Johnny Depp no pudo contener las lágrimas durante la ovación de siete minutos que recibió en la pasada edición del Festival de Cannes, cuando se estrenó la película Jeanne du Barry en la jornada inaugural.
Defenestrado en Hollywood, era su reaparición en el exilio, ante el star system (europeo), cuatro años después de su última película y del surrealista juicio que le enfrentó a su exmujer, Amber Heard, un culebrón televisado que fue la comidilla de medio mundo y que ahora, por cierto, lo repasa un jugoso documental disponible en Netflix (Depp vs. Heard).
Estrella de Piratas del Caribe y actor fetiche de Tim Burton (Eduardo Manostijeras, Sleepy Hollow, Charlie y la fábrica de Chocolate), Johnny Depp regresa a sus 60 años recién cumplidos con una película de corte histórico en la que interpreta a Luis XV. Aceptó el trabajo en cuanto se lo propuso la actriz y directora francesa Maïwenn (Polisse), a quien no le importó que el actor estuviera salpicado por turbios escándalos que le habían sacado de la rueda del cine de la que no se había bajado desde su debut en 1984 con Pesadilla en Elm Street.
Escándalo en la corte
En Jeanne du Barry, Maïwenn es una joven trabajadora con ambición de medrar socialmente. Conoce a Luis XV el día que acompaña a palacio a su amante, el Conde du Barry. Sin embargo, entre ella y el monarca surge un amor a primera vista que desata el escándalo, porque nadie quiere que una chica de la calle sea la preferida en la corte.