Televisión

Ana Garcés, de trabajar en una tienda de ropa para pagarse el piso en Madrid, a triunfar en 'La Promesa': "Me ha cambiado la vida"

La vida de Ana Garcés dio un vuelco el día que hizo el casting para interpretar Jana en La Promesa. Hacía unos meses que se había instalado en Madrid en busca de una oportunidad como actriz. No estaba teniendo mucha suerte y trabajaba de dependienta en una tienda de ropa. 

De pronto, cuando el proceso de selección de la serie de Bambú estaba a punto de terminar, le surgió la posibilidad de presentarse a una prueba para la serie que ha acabado convirtiéndose en el gran éxito de La 1. La cadena pública, de hecho, emite esta semana doble capítulo, entre las 16.30 y las 18.30.

"Yo estudié Arte Dramático en Valladolid, porque soy de allí. Cuando me vine aquí a Madrid, me metí en una tienda de ropa para poder pagarme el piso, evidentemente, y compaginarlo con los castings, pero no me salía ninguno", relata la actriz en un encuentro con los medios, entre ellos Informalia. Llevaba nueve meses trabajando cuando al fin le llegó la oportunidad que le "cambió la vida". "El contrato en la tienda se me acababa la misma semana en que me cogieron para La Promesa. Tuve mucha, mucha suerte", reconoce. "Además, fue en el último momento".

El día del casting fue cuando conoció a Arturo Sancho (Manuel), su compañero de reparto. "La primera vez que le conocí dije: 'Con este, cero química'. Pero todo el mundo decía lo contrario", explica la actriz, que reconoce que se llevan "como el perro y el gato". "Estamos todo el día con piques, pero nos llevamos muy bien y nos entendemos".

El respaldo de la madre de Ana Garcés

Garcés dio el salto a Madrid con el respaldo de su familia. "Siempre me ha apoyado muchísimo. Mi madre siempre me decía: 'Mira, cariño, si tú te quieres dedicar a esto, hazlo. Y si luego tienes que currar de camarera, pues trabajas de camarera y no pasa absolutamente nada", recuerda. El éxito de la serie, y de la propia Ana como protagonista, ha pillado a todo su entorno con el paso cambiado. "Mi madre no se lo esperaba y está muy ilusionada, aunque cuando me ve en la tele me dice que no le parezco yo. 'Cuando lloras en pantalla', dice, 'no puedo entenderlo. No sé por qué lloras. Se me rompe algo en el corazón', me cuenta. No sé, es muy curioso", relata la actriz.

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