Arriba vemos a Alessandro Salem, Borja Prado y Massimo Musolino, máximos responsables de MediaForEurope en España, es decir, Mediaset. Por increíble que parezca, los tres están encantados con que el equipo que se acaban de cargar se chotee de su cadena desde la pantalla cada tarde. O al menos, si no están entusiasmados, han autorizado la fiesta organizada por los damnificados. Lo dice una fuente oficial de La Fábrica de la tele.
La insólita situación que vive Mediaset, asistiendo cada tarde a la puesta en escena de un circo por parte de quienes aparecen en Sálvame es aún más grave de lo que apuntábamos. La propia productora del magacín que ha sido cancelado nos asegura que las burlas, frases, bromas, indirectas y sarcasmos que atizan a la cadena en lo que se refiere a su decisión de acabar con la "telebasura" que representa el espacio, así como las parodias al entretenimiento blanco de Ana Rosa Quintana no son resultado de una rebelión de los artífices del programa sino que cuentan con las bendiciones de la cadena, que ha aprobado las polémicas escaletas y todo el teatrillo que llevamos viendo desde el lunes.
El circo montado por Sálvame tras haberles comunicado la cancelación del magacín no es una rebelión de La Fábrica de la tele. De acuerdo con una fuente de la productora, "la propia cadena es la que autoriza cada día lo que se emite en el programa", nos explican. Según los artífices de espacio, Mediaset "revisa la escaleta y da su aprobación", nos indican. Y añaden que "nadie ha desautorizado lo emitido". Es decir, "lo ocurrido esta semana en Sálvame cuenta con el aval necesario" de Alessandro Salem y Borja Prado, que autorizan las escenas a las que todos asistimos a través de los productores ejecutivos designados por Mediaset para supervisar Sálvame. Se refieren las fuentes consultadas a "los responsables de supervisión de contenidos que a su vez reportan a sus jefes"
Telecirco autorizado por Borja Prado y Salem
Contábamos en este portal que lo que está pasando en Telecirco desde que la cadena confirmó la cancelación de Sálvame adelantada hace una semana en este portal, igual que la llegada de Ana Rosa Quintana a las tardes a la vuelta, se ha convertido en una especie de venganza de los daminificados, que llevan días cachondeándose de lo sucedido y choteándose abiertamente del estilo periodístico de Ana Rosa Quintana, hasta el punto de montar el Sálvame Algodón de Azúcar.
Ahora nos repiten fuentes oficiales de La Fábrica de la tele que lo hacen con la aquiescencia de sus jefes, que han aprobado lo que toda España ha visto. Es decir, permiten que Jorge Javier Vázquez, Belén Esteban, Patiño, Terelu y toda la troupe utilicen el programa cada día para ciscarse en Mediaset, o sea, en su presidente, el consejero delegado y por supuesto en Ana Rosa Quintana y su estilo, supuestamente blanco. Hemos visto que el cachondeo y la burla alimentan ahora el contenido que observamos los espectadores, ojipláticos al ver cómo se chotean sin disimulo de la decisión de la empresa de acabar con la telebasura.
Los productores de La Fábrica de la tele, están llevando a cabo estas divertidas fechorías pero lo hacen con el agrado o al menos el permiso de Borja Prado y la cúpula del gigante audiovisual, que aceptan estos guiones, los que representan ante la audiencia una especie de venganza contra sus verdugos y contra la presentadora que a la vuelta del verano invadirá su horario.
O sea, Borja y Salem, suponemos que por delegación en sus productores ejecutivos, nos han permitido ver a Belén Esteban verbalizar (perdón por utilizar su expresión) que se caga (sic) en Mediaset ("Para lo que me queda en el convento me cago dentro"), a Jorge Javier vendiendo el plató colgando el cartel de Se traspasa, a María Patiño, Terelu Campos y sus compañeros partiéndose la caja imitando el supuesto buenismo de El Programa de AR y su corrillo montando un Sálvame Algodón de azúcar, imitando el tono de las mañanas y diciendo que ellos lo hacen para que no les llamen "Telebasura", la palabra que se usó al anunciar que fulminaban el formato por indicación de la propia cadena. Todo, autorizado y aceptado por la cadena, que ha revisado todas las escaletas y ha autorizado estas emisiones, según nos remarcan desde La Fábrica de la Tele.