Mediaset ha glorificado al universo de Sálvame después de crucificar a sus propios compañeros llamando "telebasura" al formato que tantos triunfos, audiencia y dinero ha aportado al canal de Berlusconi en España, aunque ahora cotice en Holanda. La reacción más contundente ha sido la de Belén Esteban: "Para lo que me queda en el convento me cago dentro", ha dicho.
Convertir a Jorge Javier Vázquez, María Patiño, Lydia Lozano o Belén Esteban en mártires es poco inteligente si la intención de los gestores de la cadena era denostar al que hasta este viernes era el buque insignia de su programación y el que más horas llenaba de puro directo.
Sin olvidar las barbaridades, disparates y demás travesuras perpetradas por este grupo de guiñoles que fueron contratados hace 14 años porque no tenían nada que perder, debemos reconocer que, a cinco semanas de irse a negro para siempre, ya se les está echando de menos. Por su cercanía, sentido del humor, ternura y humanidad, directamente proporcionales a su capacidad para gritarse, insultarse, destruir personas por un puñado de audiencia o hasta bordear la ley con tal de conseguir informaciones sobre un famoso.
Nada como crear un mártir para hacerlo eterno y adorado, y engordar así la leyenda de quienes, no lo olvidemos, son historia de la televisión por muchas cosas pero sobre todo por haber estado en antena 14 años, lo cual es absolutamente increíble en los tiempos que corren.
Mediaset, por su cuestionable gestión para cargarse a este mártir, se ha encontrado este lunes con una corriente en Redes Sociales muy numerosa. Frente a quienes hacen leña del árbol caído, ha surgido otro movimiento que es el salvamerismo, casi una corriente religiosa que predica su amor hacia el programa y sus muñecos y que se manifiestan en procesión tuitera, tiktokera y lo que ustedes quieran, con el paso de los mártires sacrificados a hombros.
Ana Rosa Quintana, ganadora de la contienda, no ha tenido piedad para con los vencidos y cuando desde su programa matinal ha confirmado la primicia que adelantamos el viernes desde este portal, no ha esbozado ningún gesto de generosidad hacia sus compañeros de Sálvame. Incluso ha dicho que era verdad la noticia que recogió el viernes el medio que llamó "telebasura" al programa guillotinado por Mediaset para corroborar que en septiembre desembarcará en la tarde que hasta ahora ocupaba el programa de "rojos y maricones", como definió Jorge Javier al formato defenestrado.
Los condenados a muerte de Sálvame exhiben sus currículums en directo: "Buscamos trabajo"
En cambio, los damnificados, aparecieron a primera hora de la tarde con humor, fagocitando la noticia del día, que no es otra que su propio funeral. El cachondeo de María Patiño, Belén Esteban y demás comparecientes comenzó con los muñecos riéndose de sí mismos y contando que iban a exponer públicamente sus curriculums porque no les queda más remedio que buscar trabajo. Muy divertida, Belén Esteban le contó a un experto en CV que ella es artista, bailarina y empresaria, además de relaciones públicas: "Consigo lo que sea", presumió. También aprovechó para meter una buena cuña de sus salsas y gazpachos y recordar además que es bailarina: "Porque gané Mira quien baila", dijo con admirable retranca.
Belén sabe que tiene prohibido hacer publicidad de sus productos en pantalla pero como ahora parece que no tiene mucho que perder, le da todo lo mismo. Esto nos da una idea laboral de futuro para ella y sus compañeros decapitados: contar las miserias que han vivido en Mediaset durante tres lustros. Para empezar, este lunes ya adelantó qué le parece ser despedida: "Para lo que me queda en el convento me cago dentro", ha dicho. Seguro que hay canales, redes, revistas y digitales locos por tener sus historias.