Maite y Francisco compartieron una cena en First Dates bastante incómoda. A él le gustaba su cita, pero ella dejó claro desde el primer momento que el hombre que le habían sentado a la mesa no era lo que buscaba. "No es mi tipo, es bajito y el tipo de pelo pintado... debería ser más natural".
A Maite se le notaba que no iba a querer una segunda cita, por eso Francisco le llegó a proponer que no le diera calabazas para que no le señalaran por la calle. "Podemos decir una cosa y que luego sea otra, así quedamos bien los dos de cara a la gente y no nos dicen nada cuando nos vean por la calle". Ese comentario no le hizo ninguna gracia a la invitada de este exitoso programa de Cuatro y tomó una decisión radical: marcharse.
"No me ha gustado el detalle que has tenido. Si me gusta la cita lo digo y si no me gusta, no me gusta. Me tengo que ir", espetó la comensal mientras Francisco apuraba la comida. "A mí nadie me obliga", comentó de forma muy educada, por cierto, antes de levantarse y abandonar el restaurante más famoso de la televisión. Antes de salir por la puerta se despidió de Carlos Sobera. "Eres un buen hombre".
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Maite explicó después por qué había tomado esa decisión. "A mí no me impone nadie decirle que sí, cuando además, al verlo cara a cara, no me hace sentir que quiera una segunda cita", comentó. "Donde no me encuentro a gusto, sé retirarme. Es para mí una victoria", dijo orgullosa tras lo que acababa de hacer. "Venía con mucha ilusión, pero este hombre me ha desmoronado el castillo".
Plantado en la mesa, Francisco apenas supo reaccionar. "Ha volado, no le he gustado", dijo. "Pero yo no me hundo. Me han venido palos más grande que este".
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