Lucía Etxebarria sintió que la entrevista que dio a Risto Mejide en Viajando con Chester, y que esta noche emite Cuatro (23.00), se convirtió en una "encerrona" por los "ataques" que asegura recibió durante la grabación. "Salí llorando", confiesa en una texto muy crítico que ha colgado en redes sociales.
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"No culpo a Risto. Su estilo incisivo es de sobra conocido y yo sabía a lo que iba", avisa la escritora. Sin embargo, reconoce que se sintió "profundamente incómoda ante lo que intercepté como ataques". Por un lado, y siempre según su relato, el programa aborda un supuesto plagio en una de sus obras que Etxebarria niega que exista. "Quede claro: nadie me ha condenado por plagio ni jamás se presentó una demanda contra mí en relación al libro Mujeres Extraordinarias". "No esperaba que me preguntaran por un bulo bien organizado que se movió por fines políticos", afirma la autora, que recuerda que "esta campaña de acoso se inició hace cuatro años, cuando intenté advertir de las consecuencias que iba a tener la ley del 'Sí es sí' como la ley Trans".
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El segundo "ataque" que denuncia Etxebarria tiene que ver con un cara a cara que no se esperaba. "No sé si esta escena aparecerá en el programa, pero me dijeron que 'había una persona esperándome que me conocía'. Me encontré con alguien que no conocía absolutamente de nada, que me hablaba, me increpaba y me recriminaba en un tono exageradamente agresivo", relata en su exposición.
Al parecer, el programa le puso delante a Jimena González, portavoz de Más Madrid, con quien habría tenido algún enfrentamiento en redes sociales. "No había visto a esta persona en mi vida y cuando me había referido a esta persona, elle todavía era un hombre con barba", argumenta en la publicación que ha colgado en Instagram. "Era imposible que yo reconociera a Jaime, ahora Jimena, cuando llevaba puestos una falta, medias y unos tacones", relata.
"No tenía ni idea de lo que me estaba hablando y me encontraba profundamente incómoda", recuerda Etxebarria. "Salí llorando y pensando que todo había sido una encerrona" porque González "se comportó de manera descompensada". "Fue desagradable y no pienso ver el programa porque creo que me despertaría de nuevo sentimientos de incomodidad y ansiedad", apunta la escritora, que en varias ocasiones 'salva' a Risto Mejide. "No le culpo. Yo había sido advertida de que no debía ir a ese programa y decidí hacerlo. Asumo las consecuencias".
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