Prohibido atacar a otros programas de la cadena, prohibido hablar de política y una lista de personajes vetados, entre los que se incluyen Rocío Carrasco y compañía. Son algunos de los mandamientos del nuevo Código Ético que Alessandro Salem, sucesor de Paolo Vasile, ha impuesto en Telecinco y que este mismo martes ya se ha hecho visible en el plató de Sálvame.
El momento lo han protagonizado Pipi Estrada y Laura Fa, que espetaba tras el comportamiento del periodista deportivo: "Me parece un poco tolai, es pringado...". El ex de Terelu respondía: "Prefiero ser tolai a independentista". María Patiño, encargada de conducir el corrillo de la tarde, saltaba rápidamente: "Ehhh... Política no". Y daba el asunto por zanjado dando paso a la preocupante situación de Asdrúbal, ex marido de Bibiana Fernández.
Lea también - Telecinco quiere ser Antena 3 y desmonta la esencia del universo Sálvame: sin broncas no hay paraíso
Y es que el nuevo Código Ético de Telecinco deja clara esta cuestión: "Los presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa", dice. Toda una forma de poner cerco a las opiniones de corte político que durante años lleva lanzando Jorge Javier Vázquez desde Sálvame, siempre alineado con los partidos de izquierda y con críticas habituales al PP y Vox. Este posicionamiento alcanzó su forma más gráfica aquella tarde que el presentador dijo que Sálvame era "un programa de rojos y maricones".
Como decíamos, la nueva normativa incluye también la prohibición de atacar o criticar a otros programas de la cadena, dando por finalizada la guerra pública entre La fábrica de la tele y Unicorn (productora de Ana Rosa Quintana), así como la prohibición de abandonar un plató, una tónica habitual en Sálvame, donde hemos visto hacer espantadas a Lydia Lozano, Belén Esteban o Paz Padilla, entre otros.