La mayoría de los espectadores relacionan a Luis Zahera con los papeles oscuros y dramáticos que le han consagrado en el cine. Celda 2011, El Reino -Goya a mejor actor de reparto-, o la recién estrenada As Bestas. Pero Zahera debutó en televisión haciendo humor. "Estuve 22 años en Luar", recuerda sobre el mítico programa de la televisión gallega. También trabajó en las series Mareas vivas o Pratos combinados, palabras mayores para los espectadores de su tierra. "Y ya he hecho unas cuantas con Telecinco [Entrevías, Vivir sin permiso]", apunta.
"Soy un actor de televisión, lo digo con el corazón, pero tuve suerte en el cine y me tocó la china cuando me señaló con el dedo Sorogoyen. Soy un poco 'chico Sorogoyen", reconoce Zahera cuando echa la vista atrás a una carrera extensísima que ahora atraviesa uno de sus momentos más dulces, con un reconocimiento unánime de crítica y público a su trabajo. Dicho de otro modo, ver su nombre en un cartel da confianza y asegura calidad.
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Y es justo ahora cuando Zahera ha decidido volver a la televisión y reivindicar su perfil cómico como protagonista de una de las entregas de Comedy Central Presents, el programa de stand-up que Comedy Central emite esta noche a las 23.50 -el show tendrá doble emisión nocturna hasta el miércoles- con diferentes invitados (Toni Acosta, Patricia Espejo, Nacho García, Carlos Ballarta). Para muchos espectadores será la oportunidad de descubrir que Zahera tiene una doble vertiente, más allá de los tipos duros del cine. "Alguno se sorprende. Puede ser que esté un poco encasillado en papeles terribles, pero todos son igual de disfrutones", afirma. Y lo tiene claro: "El problema no es que te encasillen, el problema es que no te llamen para trabajar".
Lo de Zahera con los monólogos empezó en 2008. "Por la crisis no había trabajo ni el cine ni en el teatro", recuerda Zahera, que ahora también arranca gira con su espectáculo Chungo. "Hablo de mis experiencias en el trabajo y hablo mucho de mi madre, porque ella no me llegó a ver en televisión", confiesa. Aunque sí vivió sus primeros años en el teatro. "A ella lo único que le preocupaba era si yo me divertía haciendo mi trabajo", recuerda. "Yo iba a cualquier sitio y solo me preguntaba una cosa: ¿Te lo pasaste bien? ¿Disfrutaste? No sé lo que diría ahora al ver tantas maldades como hago ahora en mis papeles, matando tanto y vendiendo tanta cocaína", bromea. "A mí me chiflaba mi trabajo y en aquella época yo era tan ingenuo que pensaba que todo el mundo se divertía en el suyo. Tardé tiempo en darme cuenta de que eso no era así. Tenía este nivel de subnormalidad".
A Zahera, en cambio, todo le viene bien. Televisión, cine, teatro, monólogos. "Me considero un actor global y actor creador. Genero un monólogo, hago cine, teatro, televisión... lo que sea. Me va la marcha".