Dicen que un mal sueño se repite en las noches solitarias de Jorge Javier Vázquez. En su pesadilla se aparecen dos brujas que conoce bien: María Teresa Campos y Paz Padilla. Lo que ve el presentador de Sálvame durante su mal sueño es a sí mismo vagando por los pasillos de Mediaset sin un programa que presentar. El último libro del filólogo de 52 años se titula Antes del olvido.

Desde que saltara la noticia del relevo de Paolo Vasile al frente de Mediaset, la sombra del despido planea sobre Jorge Javier Vázquez, emblema de una era que se apaga e icono de una forma de hacer televisión muy criticada pero que dio el liderazgo a Telecinco hasta hace poco más de un año. Ya no. Se ha dejado entrever que la nueva directiva de la cotizada no es muy pro Jorge Javier. Ni de la productora que le cobija, la Fábrica de la Tele.
De hecho, algunas voces señalan a la productora de programas como Sálvame o la docuserie de Rocío Carrasco como responsables del hundimiento de audiencia de la cadena. Puede que no sea cierto pero de lo que no cabe duda es de que, si al daño reputacional sufrido por la filial española de Berlusconi hay que ponerle una cara, todo el mundo se imagina a Jorge Javier y al universo que representa.
Hasta el propio Jorge Javier ha tratado en primera persona el tema de su despido, eso sí, para restarle importancia y riéndose de ese futurible más que lejano: acaba de firmar un contrato de larga duración que le une a la cadena de Fuencarral en los próximos años. Así que en el aspecto económico al badalonés no le quita el sueño quedarse sin curro.

Pero sí en otro aspecto. Porque, según hemos podido saber, el presentador quisiera saber qué será de él si deciden apartarle de sus programas, aunque siga cobrando la fortuna que le pagan. Al parecer, hasta la renovación de su contrato, Jorge Javier ha estado en vilo y todo porque ya sabía que Vasile se marchaba. Pero Paolo todavía tenía el poder y quería dejarle como herencia o pago por los servicios prestados esa renovación antes de abandonar su sillón de Fuencarral.
A partir de 2023, Mediaset contará con dos consejeros delegados: Alessandro Salem y Massimo Musolino. Por su parte, el presidente Borja Prado será también el responsable de la línea editorial de los informativos. Todos ellos deberán poner fin a la profunda crisis de audiencia que Mediaset sufre desde que cedió el liderazgo a Antena 3. La situación se ha recrudecido en los últimos días, con un prime time hundido y una franja de tarde en mínimos.
Esconder la imagen de Jorge Javier para limpiar la imagen de la nueva Telecinco
No obstante, el catalán está más tranquilo desde que vio resuelto su acuerdo pero en los pasillos de Mediaset hay un murmullo según el cual Jorge Javier sufre "pesadillas" con lo que pueda pasar. Por lo visto no es lo económico lo que le preocupa. Lo que le tiene intranquilo, según nos cuentan, es que "Jorge vive en vilo porque lo que teme es que, tras la marcha de Vasile, que tanto chance le ha dado, es que le pase como a su archienemiga Paz Padilla, y pase de ser un presentador estrella de la cadena a que le cierren la entrada a los platós y pase a hacer pasillos para ocultarle y que su desaparición de la pantalla se convierta en un signo de la renovación de la nueva Telecinco".
Jorge Javier ha afirmado que nadie le ha dicho que dejaría de presentar algún prime time como Supervivientes, , si acabase el vespertino Sálvame. Pero tampoco se lo han garantizado. No sería la primera vez que pasara que dejaran a una gran estrella en decadencia con sueldo y contrato pero sin proyectos. Que se lo digan a Jesús Vázquez. Hasta lo hicieron con la mismísima María Teresa Campos. De ahí que nos aseguren que esa idea no se le vaya de la cabeza al filólogo.
Jorge Javier siempre ha estado muy protegido por Vasile y por su productora, La Fábrica de la Tele, dirigida por Óscar Cornejo y Adrián Madrid, pero, tras el escándalo de la llamada Operación Deluxe, las cosas para ellos se han complicado y se ha rumoreó su salida. Una teoría que alimentó el propio presentador con sus comentarios. A pesar de creerse intocable, empezó bromeando con que se le estaban "cerrando las puertas de Telecinco" y terminó confesando que estaba yendo a terapia para saber afrontar su despedida: "Voy a terapia sabiendo que esto no es eterno y que para estos señores no seremos nada. No hay nada más efímero que la televisión y seremos el olvido. ¿Quién se acuerda de la gente que hacía televisión hace diez años? Si ahora, llegado el momento, me dicen adiós, lo único que puedo decir es 'gracias por haberme aguantado tantos años, una estrella en decadencia'. El estrellato no se mide por el share. Qué horror sería que la felicidad de mi vida dependiera de un dato de audiencia. Eso sí sería una estrella en decadencia". Palabra de Jorge Javier.
"Le inquieta verse sin programa", nos dicen. "Su ego no se lo permitiría", aseguran. "Lo llevaría fatal", añaden. Públicamente no lo mostrará. "Utilizará el humor y esa risa impostada para disimular y hacer ver que le da igual, pero en petit comité, a sus más allegados, les muestra que no le gustaría verse sin programa y que le retiraran antes de tiempo". Además, con las audiencias revueltas en Telecinco, nadie tiene su sitio asegurado.