Iba a ser la gran noche de Rocío Carrasco después de las interminables polémicas pero lo que pudo haber sido una velada histórica para ella y para la televisión ha sido una pesadilla para Telecinco y sus pobres niveles de audiencia. Los espectadores, como los jueces, han sentenciado a la mujer de Fidel Albiac, relegando al Mediafest Night Fever a unos niveles humillantes para el prime time de la primera cadena de la filial española de Berlusconi.
La situación es alarmante para la cadena más importante de la cotizada que pilota Paolo Vasile en los últimos estertores de su mandato y los datos son tozudos: Mediafest Night Fever se queda lejos del millón de espectadores (812.000), y un desastroso 8,6% de cuota de pantalla. Pero la bofetada del audímetro no acaba ahí: Sálvame baja en todas sus ediciones mientras que Y ahora, Sonsoles sube +0,9 puntos. Para colmo, Cuatro al día es el gran perjudicado del Mundial de Qatar con un 3,2%. La otra víctima colateral de este desplome que no cesa es Pedro Piqueras que ve cómo su informativo de las nueve de la noche no llega al doble dígito para conformarse con un patético 9,1% mientras Vicente Vallés, su competidor en Antena 3 noticias le duplica, en espectadores y share, con un 17,9%.
Lea también: Varapalo para Rocío Carrasco: pierde su última batalla judicial contra Olga Moreno
Blanquear su denostada imagen: dona el premio pero el caché, a la buchaca
De nada le sirvió a Rocío Carrasco que los maquiavélicos guionistas le prepararan a Rocío Carrasco un reencuentro morboso con Makoke. Hace solo unos días, la ex de Kiko Matamoros volvía a hablar de la ex de Antonio David Flores sacando el tema de su separación con sus hijos. Nuria Marín trató de avivar el fuego para sumar violencia al momento, afirmando sin ambages que la tensión se podía cortar con un cuchillo en los camerinos. Pero no enganchó a la audiencia a la vista de los resultados obtenidos.
Como muchos dábamos por hecho, dada la pleitesía y el tono genuflexivo con el que tratan en La Fábrica de la Tele a Rocío Carrasco, se proclamó ganadora del Mediafest Night Fever, para luego blanquear su denostada imagen proclamando que va a destinar el premio a la caridad.

Rocío Carrasco (que canta peor que un grillo borracho) y Shaila Dúrcal fueron finalmente ganadoras absolutas de la última gala del Mediafest Night Fever. La mujer que ha sido vapuleada por los jueces frente a Olga Moreno estiró su impostura habitual poniendo cara de estar muy emocionada antes de confirmar que piensa donar todo el dinero del premio. Ojalá donara también la fortuna que se está llevando en cachés desde que inició hace más de dos años su docudrama televisado por entregas.
A sus 45 años, la hija de Rocío Jurado se ha convertido en la protagonista indiscutible del desastre de Telecinco, cadena a la que ha arrastrado al abismo, consolidada en la segunda posición, con La 1 llamado a las puertas y Antena 3 en la estratosfera. Con el Mediafest Night Feve, la mujer de Fidel Albiac se estrenaba en el programa como nueva concursante del espacio junto a Makoke y Kiko Jiménez. Pero los datos demuestran que resta en vez de sumar, que el rechazo que provoca la hacen menos rentable que participantes veteranos como Carolina Ferre, Jaime Nava, Germán González, Lydia Lozano, Irma Soriano o Ana María Aldón.
La escaleta de paripé que prepararon para que ganara Rocío Carrasco se programó para que la victoria de Rocío Carrasco pareciera reñida. Rocío Carrasco empató a puntos con Irma Soriano antes de que los instructores, proclamaran a la madre de Rocío y David Flores en la ganadora absoluta de la emisión: "Nunca he ganado un concurso de nada", decía ella, excitada como si no supiera que iba a llevarse el premio con olor a tongo, haciendo como que no se creía lo que había conseguido. Pero los espectadores inteligentes rechazaron esta nueva impostura de la ganadora y el hundimiento de Telecinco en su franja, por debajo del 9% en un prime time de viernes dicta sentencia, tal vez con más contundencia que los tribunales que despojan a Rocío de sus verdades absolutas.
La buena noticia es que va a donar los 3.000 euros del premio a una ONG que protege por encima de todo a las mujeres son víctimas de la violencia vicaria.