Sálvame vivió este martes una de sus situaciones más surrealistas cuando varios agentes de la Policía se personaron en la vivienda de Belén Rodríguez, la colaboradora de televisión que actualmente tiene una tensa relación con el programa de Telecinco.
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El programa se trasladó, como hizo el viernes pasado, a un piso situado justo enfrente del domicilio de Belén Rodríguez. Desde allí informaron Lydia Lozano y Kike Calleja de la última hora de la colaboradora, mientras enfocaban a las ventanas de su vivienda. Eso sí, nunca mostraron el interior.
De pronto, el equipo de Sálvame vio que dos coches de la Policía se personaron en el edificio tras la llamada de Belén Rodríguez. Allí permanecieron unos minutos charlando con la periodista. Más tarde, tres de los cinco agentes que habían acudido hasta la zona subieron al piso de la acera de enfrente, desde donde retransmitía Sálvame. Pidieron la identificación a los miembros del equipo del programa y a los inquilinos de la vivienda.
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"Se acaban de marchar los tres agentes, nos han identificado a mi compañero cámara, a mí también y a los cuatro chicos que viven en el piso", relató Kike Calleja. "Otros dos se han quedado en el domicilio [de Belén Ro] mientras nos identificaban. Nos han dicho que nos estaban informando porque según cuenta Belén estaría haciéndose un delito contra su intimidad y y su dignidad", expresó el reportero. Tras esos momentos de tensión, Sálvame continuó con su emisión habitual en en las siguientes conexiones Kike Calleja informó a pie de calle, esperando que Belén Rodríguez saliese en cualquier momento por la puerta de su casa.