La prensa especializada en televisión ha otorgado el Premio Iris de la Crítica 2022 al Benidorm Fest, el programa de TVE que sirvió para elegir a Chanel como representante de España en Eurovisión, un proceso que acabó con un histórico tercer puesto para la cantante y la cadena pública.
Los críticos han seleccionado este show televisivo y musical "por ser un evento transmedia que ha revitalizado la marca Eurovisión y ha puesto en valor la labor de servicio público de RTVE". Por otra parte, destacan que el Benidorm Fest "apostó por la diversidad cultural y musical en la televisión pública" y creó " un gran acontecimiento televisivo a través de un espectáculo de su tiempo" que permitió "cohesionar a la audiencia delante de la pantalla".
El Premio Iris de la Crítica, que se concede en el marco de los galardones que entrega la Academia de Televisión, ha contado con los siguientes miembros del jurado: Borja Terán (Henneo Media y Julia en la Onda), Juanma Fernández (Bluper), Héctor Alabadí (FórmulaTV) Lorenzo Ayuso (Vertele), Israel Álvarez (20 Minutos), Xabier Migelez (El Confidencial), David Saiz (El Economista / Informalia), Paloma Rando (El País), Mariola Cubells (Cadena Ser) y Ricky García (Yotele). En años anteriores, los ganadores del Premio de la Crítica han sido Paloma del Río, Veneno, Sálvame, Cuéntame, Sonia Martínez, Bambú y #0.
'Benidorm Fest': éxito de audiencia en una televisión pública hundida
El Benidorm Fest ha sido, sin duda, el acontecimiento del año en la televisión. Captó las miradas y devolvió la ilusión sobre la preselección nacional de Eurovisión y el propio festival. Lo hizo modernizando una marca histórica -el Festival de Benidorm- a través de un proceso bien ejecutado, gracias en gran medida a la labor del grupo de trabajo de TVE que seleccionó de forma acertada a los candidatos que tantas pasiones levantaron el año pasado, desde Chanel, hasta las Tanxugueiras o Rigoberta Bandini. Rayden, Barry Brava o Azúcar Moreno fueron otros de los contendientes.
El proceso culminó con tres galas de alto nivel audiovisual -corrió a cargo de Boomerang TV- que consiguieron convocar al gran público (21% en la final), algo que no es habitual en La 1, una cadena absolutamente hundida en términos de audiencia que, salvo la excepción de Masterchef, no consigue convocar grandes masas de espectadores. Pero no solo logró audiencia, sino que fue todo un evento televisivo que lideró la conversación social durante semanas y disparó el interés y la atención sobre Eurovisión durante los meses siguientes, desde enero hasta mayo.
Ese interés por el festival fue más allá de lo televisivo y musical. Saltó a los partidos políticos, a los medios generalistas e, incluso, a las cadenas de la competencia que, a la vista de la expectación que levantaba el Benidorm Fest, también se hicieron eco de este acontecimiento, como luego ocurrió con la final de Eurovisión en la que Chanel rozó una victoria que a España se le resiste desde hace más de 50 años.