Benidorm Fest: Los elegidos fue la gala que TVE emitió este sábado para presentar a los candidatos que en febrero competirán en el concurso del que saldrá el representante de España en Eurovisión. El dato de audiencia ha sido un jarro de agua fría para la cadena pública, aunque a nadie extraña ese paupérrimo 6% de share (617.000 espectadores) que siguió un programa carente de emoción, fabricado en tiempo récord y emitido después de una semana de auténtica confusión, con anuncios sorprendentemente contradictorios que hacía imposible saber cómo demonios iba a anunciar TVE a los elegidos para el Benidorm Fest.
Todo comenzó diez días antes, cuando la cadena informó de que el jueves 27 iba a anunciar en prime time la identidad de los los candidatos a representar a España en Eurovisión. Unos días después, comenzaron los cambios, aunque solo se enteraron los eurofans que tienen Twitter, cuando leyeron -el domingo 23 por la noche- el tuit del director de Contenidos de RTVE, José Pablo López, quien escribió un mensaje para advertir de que la presentación cambiaba de día y pasaba al sábado 29. RTVE no lo confirmó oficialmente hasta la tarde del lunes siguiente.
El lío fue a más el pasado martes, cuando TVE se sacó de la manga un anuncio en prime time, con la idea de dar solo los nombres de los elegidos para evitar filtraciones. Ese microespacio que presentó Inés Hernand apareció y desapareció de la programación varias veces y solo quedó confirmado de manera oficial a las 19.00, unas tres horas antes, algo insólito. La sensación de desconcierto e improvisación no pudo ser mayor, incluso para los eurofans que están acostumbrados a todos los eurodramas posibles.
Con la lista de los 18 elegidos ya publicada, TVE organizó una gala el sábado que sirvió para presentarlos a la audiencia. El problema no fue que el programa se preparase en tiempo récord -lo produjo Ganga en el plató de Dúos increíbles-, sino que no aportó absolutamente nada, porque los candidatos no cantaron las canciones que interpretarán en el Benidorm Fest, sino otras de su repertorio o, incluso, de otros artistas. Qué peligro si alguno de ellos gustó el sábado con un estilo y en febrero se presenta con otro. Qué peligro, también, los candidatos que defraudaron el sábado -hubo varios- y que tienen que soportar durante tres meses el estigma de una noche nefasta, hasta que puedan resarcirse en Benidorm.
Cuidado con abusar de la marca 'Benidorm Fest' a cualquier precio
La gala del sábado sí sirvió para conocer un poco más a Rodrigo Vázquez, presentador de El Cazador, que hizo un muy buen trabajo y remarcó su posición de delfín de TVE. Fue lo mejor de una noche que dejó un sabor amargo a la audiencia. El programa sirvió para todo menos para generar euforia en un público que sí tiene ganas de Eurovisión -los candidatos de este año no entusiasman a priori- y corrió el riesgo de lastrar la marca del Benidorm Fest, un idea de la que TVE puede presumir porque ha sido el (único) éxito de los últimos meses, un formato que se ejecutó con acierto en su primera edición y que la audiencia respaldó como hacía mucho que no ocurría. Merece ser cuidado y no abusar de él.