Televisión

El turbulento último año de Vasile en Mediaset: la crisis de 'Sálvame', la marcha de Sonsoles Ónega a la competencia o el lío de Paz Padilla

Telecinco lleva sumida un año en una profunda crisis de audiencia que ha puesto en evidencia el agotamiento de un modelo de televisión que hasta ahora había sido exitoso para Mediaset, una programación basada fundamentalmente en corazón y realities que fue impulsada hace dos décadas por Paolo Vasile y funcionó hasta que comenzó a resquebrajarse en los últimos tiempos. El primer golpe se lo llevó con la pérdida de Pasapalabra, hace ya tres años. El segundo mazazo se consumó hace un año, cuando los datos reflejaron por primera vez la fuga de público que dio el liderazgo a Antena 3.

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Sálvame, bastión de Telecinco durante más de una década, sucumbió hace doce meses, cuando perdió el control de su franja en favor de Tierra amarga (Antena 3). Esa caída se contagió al resto de la programación, que mostró serias debilidades en prime time con el fiasco de Secret Story y otros espacios como Idol Kids, Mi casa es la tuya, Montealto... y ahora también con En el nombre de Rocío

La situación se agravó con el golpe que se llevó Mediaset cuando decidió estrenar Pasión de gavilanes por todo lo alto, como la gran apuesta del invierno de Telecinco. Con una campaña con pocos precedentes, en la que se involucró toda la cadena, la serie fue un rotundo fiasco con audiencias raquíticas, por debajo del 10% de share, incluso llegaron a caer hasta el 7%. El otro flanco que sigue sin recuperarse es el del access prime time, donde lo ha intentado todo para competir contra Pasapalabra. Ya son las ocho, Sálvame Sandía... nada funciona contra el exitoso concurso que ahora presenta Roberto Leal en Atresmedia. Incluso Belén Esteban llegó a tener una sección como presentadora para intentar aupar los datos.

La crisis de Sálvame, en medio de la llamada 'Operación Deluxe', también afectó a sus directores, aunque por poco tiempo. David Valldeperas y Alberto Díaz fueron apartados de la dirección del programa pero volvieron al cabo de unas semanas. El terremoto en Sálvame también afectó a Carlota Corredera, que estuvo fuera de la cadena seis meses. Ha vuelto con ¿Quién es mi padre?, el nuevo programa de los sábados por la noche. Los viernes, por cierto, el Deluxe no puede con La Voz de Antena 3 y Pesadilla en El Paraíso ha pinchado de forma llamativa como el reality de este otoño. 

Más allá de las audiencias, o de forma paralela, los problemas se multiplicaban para Mediaset con otros asuntos que pusieron en jaque a la cadena. Especialmente llamativo fue el episodio que se produjo en Sálvame cuando convirtió en contenido las polémicas declaraciones de Paz Padilla sobre las vacunas. La discusión con Belén Esteban hizo que la presentadora se fuese del plató y la cadena decidió despedirla. Padilla acudió a los tribunales y Mediaset no tuvo más remedio que acabar readmitiendo a la humorista antes de que se celebrase el juicio. Todavía no se ha producido la reincorporación de Padilla a ningún formato de la emisora.

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Mediaset estuvo pendiente, a comienzos de año, del juicio por supuestos abusos sexuales a Carlota Prado en la casa de GH, aunque el grupo audiovisual -sí la productora- no está incluido en el proceso judicial. La sesión quedó suspendida y se celebrará, previsiblemente, en noviembre. Este caso afecta inevitablemente a la imagen de la cadena y ha impedido que el reality haya vuelto a Telecinco por temor a la reacción de la audiencia y los anunciantes. Hay que recordar que hace unos años hubo una fuga de publicidad por seguir emitiendo un formato que solo llegará (si llega) cuando acabe este proceso judicial. 

El varapalo más sonado de la temporada llegó a comienzos de verano con la visita que Paolo Vasile no se esperaba en su despacho. Sonsoles Ónega pidió reunirse con él el lunes 11 de julio para anunciarle que dejaba Mediaset, la cadena en la que llevaba años trabajando y donde había debutado como presentadora, para fichar por Atresmedia, eterna rival, donde presentará las tardes de Antena 3. "Me costó verbalizarlo. Lo hice primero con Paolo Vasile porque era mi jefe y la primera persona que me dio la primera oportunidad de presentar un programa en el año 2018 y entendí que era a quien debía la primera comunicación", ha explicado la comunicadora en una entrevista que nos ha concedido. "Le pedí, y él sabe que fue así, que estuviera la productora en la conversación, él me pidió que no fuera así. Luego se incorporó la productora, unas horas más tarde, a la reunión. Esa primera vez es lo que más me costó y luego hablé con Ana Rosa por teléfono. ¿Que me hubiera gustado que Xelo Montesinos, CEO de Unicorn, hubiera estado en la reunión desde el principio? Pues es posible. Pero no decidimos del todo cómo salen las cosas. Pero yo sentía que primero tenía que decírselo a Paolo Vasile porque es mi jefe. O era mi jefe".

Aquella decisión de Sonsoles provocó una sacudida que tuvo efectos colaterales. La cadena reubicó a Joaquín Prat en Ya es mediodía y sacó a Ana Terradillos -con contrato de cadena- de las mañanas para llevarla a Cuatro al día. Para Vasile, eso sí, la temporada ha comenzado con la buena noticia del esperado regreso de Ana Rosa Quintana a las mañanas después de un año fuera de la televisión por el cáncer. El día de la vuelta de la presentadora, el consejero delegado de la cadena se fundió con ella en un abrazo y acabó marchándose entre lágrimas

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