Acaba una era de la televisión en España. La salida de Paolo Vasile como consejero delegado de Mediaset supone el fin de un modelo de televisión que el directivo italiano comenzó a construir en 1999, cuando se puso al frente de Telecinco, y ha perdurado más de dos décadas. La estructura se desvaneció hace un año con la pérdida del liderazgo del canal principal del grupo en favor de Antena 3, que ahora domina de forma clara.
El cóctel de Vasile durante este tiempo ha sido una televisión apoyada en dos pilares fundamentales: los realities y los programas de corazón. Una mezcla repetitiva que durante años permitió hizo a Telecinco hegemónica. El buque insignia fue Gran Hermano, el revolucionario programa que arrancó en 2001 y que cambió el sector de arriba abajo. Desde entonces, ha llenado la programación con un sinfín de formatos del mismo corte: Hotel Glam, Supervivientes, La casa de tu vida, Acorralados o La isla de ls tentaciones, hasta llegar a Secret Story, que ya no han funcionado.
La otra pata del modelo de Vasile, cuya salida ha sido adelantada por El Mundo, ha sido la información rosa que ha retroalimentado toda la parrilla de Telecinco como una rueda que llenaba de contenidos a los programas mañana, tarde y noche. Salsa Rosa, Doce Vita, La Noria -retirado por el abandono de los anunciantes-, Aquí hay tomate, TNT o Sálvame, que lleva desde 2009 ocupando las tardes de la cadena, aunque ahora lo hace con evidentes signos de agotamiento. El programa de AR, Ya es mediodía o Viva la vida (y similares) son magacines que han participado de esta maquinaria en la que unos programas se han ido ayudando a otros. Es decir, para seguir uno había que ver el anterior si se quería estar al tanto de lo que ocurría en el universo Telecinco.
La ficción, aunque en menor medida, también ha estado presente en esta larga etapa. Sería injusto no recordar producciones como Los Serrano, Sin tetas no hay paraíso o El Príncipe. Así como La que se avecina, que nació de un acuerdo con la productora que supuso el final de Aquí no hay quien viva en Antena 3.
Telecinco lleva un año perdiendo contra Antena 3
Los problemas para Telecinco, y para Vasile, comenzaron probablemente cuando el Supremo ordenó retirar Pasapalabra, un concurso que acabó en la competencia. Tiempo después, la estrategia que Atresmedia llevaba años diseñando para Antena 3, tras años de una dura travesía por el desierto, comenzó a dar sus frutos y este canal empezó a arañar audiencia a su eterno rival.
En agosto de 2021, Telecinco perdió el liderazgo -solo por una centésima- después de años en lo más alto del ranking. Aquel fue el primer signo claro de un cambio de ciclo que quedó certificado cuando Antena 3 encadenó varias victorias. Telecinco ha caído derrotada de forma sistemática desde noviembre de 2021. Un año de crisis de audiencia que ya se alarga un año y que ahora se cobra el relevo de Paolo Vasile.