Televisión

Moncloa retiró su apoyo y las audiencias están en mínimo histórico: crónica de la dimisión de Pérez Tornero como presidente de RTVE

José Manuel Pérez Tornero cogió las riendas de RTVE a finales de marzo de 2021. La cadena acarreaba una profunda crisis de gestión y de audiencia heredada de la administración de Rosa María Mateo, una etapa en la que quedó despojada de contenido, personalidad... y audiencia. Aquel marzo, La 1 cerró el mes con un 8,7% de share, uno de sus peores datos de toda la historia. Lejos de mejorar, la situación ha ido a peor en este año y medio.

Durante el mandato de Pérez Tornero que ahora termina, la nueva dirección ha sido incapaz de detener una sangría de audiencia verdaderamente dramática. La temporada 2021/2022 acabó como la peor de todos los tiempos (8,8% de share). Y en el último mes computado, agosto, La 1 cayó al 8,1%, que es el mínimo histórico desde que existe la medición de las audiencias. Solo un dato más: el mejor mes de la 'era Tornero' fue el último mayo, gracias al 'dopaje' de Eurovisión, la final de la Champions... Y ni siquiera llegó a la barrera del 10% (se quedó en el 9,5%).

La compra de grandes eventos deportivos ha sido la línea de actuación más clara -probablemente la única- de Pérez Tornero en lo que tiene que ver con volver a hacer una televisión relevante que reúna ante el televisión a la audiencia que se fue en las privadas o a las plataformas. RTVE sacó el talonario y compró el Mundial de Qatar y todos los partidos de España hasta la Eurocopa de 2024. También se hizo con os derechos del baloncesto y adquirió, como hemos mencionado, competiciones puntuales, como la final de la Champions o carreras de MotoGP. Todos esos eventos deportivos han dado audiencia -el Mundial lo hará en noviembre- pero el público ha desaparecido a la misma velocidad con la que llegó para ver esas competiciones en días puntuales.

Una parrilla desdibujada y sin rumbo: todo para el Mundial de Qatar

Mientras RTVE se hacía con los grandes derechos deportivos, el resto de la programación ha continuado desdibujada y sin presencia. La mañana sigue con problemas y la tarde está completamente hundida a la espera de nuevas series. De hecho, la cadena lleva casi un año aguardando el estreno de una nueva ficción diaria que no llegará hasta final de año: se canceló la anterior sin tener preparado el relevo (La Promesa). Lo del prime time tampoco tiene solución. Masterchef sigue siendo la (única) tabla de salvación. Ninguna de las nuevas apuestas (Las claves del siglo XXI, Las tres puertas, La Noche D...) han conseguido cuajar. Y Cuéntame lleva meses esperando una solución para cerrar decentemente un título que es historia de la televisión. Nada se sabe todavía sobre una posible última temporada o una película especial que sirva para concluir las tramas de los Alcántara. Por si esto fuera poco, RTVE ha sufrido la espantada de algunos presentadores que comenzaban a hacerse un nombre y que han acabado marchándose a las privadas. Diego Losada y Ion Aramendi son ahora rostros de Mediaset. 

Pérez Tornero, eso sí, puede presumir del éxito del Benidorm Fest, un certamen que disparó la audiencia de La 1 y que sirvió para poner a la cadena pública en el centro de la conversación de la sociedad. Además, España consiguió el mejor puesto en décadas en Eurovisión.

Moncloa retiró su apoyo: los consejeros de PSOE y Podemos, los más críticos con Tornero

Esta situación tan confusa ha hecho que hasta los informativos hayan caído a mínimo de audiencia. La última idea ha sido prescindir de Ana Blanco, toda una leyenda en la cadena pública, supuestamente a petición de la propia periodista. La pérdida de influencia en los informativos ha despertado temores en Moncloa, justo antes de un año con elecciones autonómicas, locales y generales. Y es ahí donde está la clave que ha precipitado la salida de Pérez Tornero.

El presidente de RTVE llevaba un tiempo sufriendo una dura oposición en su propio consejo de administración por parte de vocales propuestos por los partidos de izquierda que están gobernando. El órgano de dirección de la cadena pública está formado por diez sillas y Tornero era el presidente gracias a un pacto que cerraron PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV. A propuesta de los socialistas, además del propio Tornero, fueron elegidos Ramón Colom, Elena Sánchez y Concepción Cascajosa. Estas dos últimas han sido las más beligerantes en las últimas reuniones del máximo órgano de RTVE. Elena Sánchez, por cierto, es una de las mejor situadas para liderar la cadena tras la salida de Tornero. Los vocales de Unidas Podemos, Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem, también han sido muy críticos con la gestión del presidente. Los otros cuatro asientos correspondían al PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio) y al PNV (Juan José Baños).

Problemas en el organigrama de RTVE

Durante los 18 meses que ha estado en el cargo, Pérez Tornero también ha tenido algunos problemas para configurar su organigrama. A la inestabilidad en la dirección de Informativos -tres personas han pasado por ese despacho- se ha unido los problemas en el área de Contenidos. Amalia Martínez de Velasco salió del cargo después de solo un año de gestión y ahora lo dirige José Pablo López, exdirector general de Telemadrid, que sí contaría con la aprobación de Moncloa. Su puesto parece asegurado.

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Comentarios 2

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No se a que está esperando el Gobierno a retirar también su "apoyo económico" a Mediaset...... Eso sí que es despreciable y decadente!

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Y el Gobierno no sabe la bomba de relojería que tiene en Mediaset?..... Pues el Jorge Javier Vázquez, os está haciendo un "roto" como para que lo tengais en consideración antes de las Elecciones!

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