Los ocho capítulos de Heartstopper se ven tan rápido que llegas al último episodio arrepentido de haber maratoneado una serie que nunca quieres que se acabe. Empezar a verla es no poder parar hasta completar las cuatro horas -30 minutos cada entrega- que dura la primera temporada. Total, solo es una más que películas como Drive my car, Dune o Batman...
Sutil, delicada, dulce, sencilla, tierna, inocente. Que cada uno elija su forma de definir esta serie de Netflix, cuya popularidad se está disparando a pesar de que solo lleva tres días en el catálogo de la plataforma, desde su estreno el pasado 22 de abril. Si todavía nadie de tu entorno te ha hablado de ella, serás tú quien la recomiende.
La historia comienza con Charlie, un chico gay que está a punto de cumplir 15 años. El curso pasado sufrió bullying en el instituto pero ahora las cosas le van mejor. En clase conoce a Nick, el mejor jugador del equipo de rugby del colegio, y rápidamente se enamora de él. Puede parecer una premisa muy evidente, sí, pero la forma de contarlo es lo que hace que sea brillante.
Heartstopper no es la historia de un amor imposible entre un gay y un hetero, al contrario. Charlie es correspondido con la misma naturalidad que él cae enamorado de su compañero de pupitre, y esa es la gracia de esta serie, una adaptación de la novela gráfica firmada por Alice Oseman, que también ha estado involucrada en los guiones televisivos.
Lea también: TVE no renovará 'Cuéntame cómo pasó' y prepara el final de la serie tras 20 años en antena
Charlie (Joe Lock) y Nick (Kit Connor) comienzan una adorable historia de amor sin demasiado conflicto -esto no es un culebrón y tampoco es Élite- mientras evolucionan, sortean y superan algunos conflictos, sobre todo Nick, que redescubre su sexualidad de manera natural, sin caer en el drama artificial. Porque en Heartstopper lo importante es la historia de amor entre ellos, tan inocente y sincera como si fuese una relación heterosexual. Y eso es precisamente lo que está llamando la atención a los espectadores que nunca pudieron ver este retrato tan puro en televisión. Ni ahora ni antes.

La historia es tan tierna que el espectador contiene la respiración con miedo a que la realidad (o la manía de los guionistas) estropee ese clima. Pero no hay que temer. Las cosas van saliendo, incluso a pesar de los abusones de Charlie y amigos de Nick, que poco a poco va soltando lastre y abandona ese círculo al que, en realidad, no quiere pertenecer. Nick -en la serie dicen que se parece a un Golden retriever- acaba siendo el crush de todos los espectadores.
Olivia Colman, la sorpresa de 'Heartstopper'
Además de los dos protagonistas, Heartstopper cuenta con Yasmin Finney (Elle) y William Gao (Tao) en un reparto que, obviamente, es mayoritariamente adolescente. Pero, de repente, llama la atención la aparición de Olivia Colman, la reina de The Crown, que interviene con un papel (muy) secundario como la madre de Nick, toda una sorpresa para los espectadores, pero también para los actores de la serie, que no supieron hasta el último momento qué famosa actriz iba a interpretar ese papel.
Nominada al Oscar, la actriz apenas tiene unas cuantas frases y muchos planos de escucha a su hijo, que recorre su camino solo, sabiendo que su madre está a su lado. Trabajar con ella "fue una experiencia completamente increíble e iluminadora para mí", ha dicho Connor, todavía impresionado por su compañera de reparto. "Olivia Colman es mi suegra", ha escrito Joe Lock (Charlie) en su biografía de Instagram.

Relacionados
- Najwa Nimri reabre las puertas de Insiders: Netflix pone fecha a la segunda edición y desvela los concursantes
- Netflix lanza el tráiler de la cuarta temporada de Stranger Things: la nueva amenaza sobrenatural
- Los Bridgerton arrasa en Netflix pero no consigue superar a La casa de papel en su primer fin de semana