La periodista se ha cogido el cabreo del siglo cuando su compañero Kiko Hernández se ha subido al pulpillo este martes para dar una información sobre su sobrino. Se llama Alberto, es hijo de la hermana fallecida de Chelo García Cortés y acusa a su tía de no haberle apoyado tras la trágica pérdida. Ella, indignada, ha estallado contra el programa para el que trabaja y su dirección: "No tenéis respeto. No tenéis vergüenza ni piedad, coñe. La familia no se toca. A ver si tenéis conmigo el mismo respeto que tenéis con otros. ¡No tenéis narices!".

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Airada, ha abandonado el plató de Sálvame entre improperios: "Aquí no te puedes relajar porque te dan por todos los lados, me quieren sacar mi mierda sin haberla", ha dicho al borde del llanto. "Me parece todo tan injusto y tan cruel, que el programa no me haya ni preguntado... No me merezco lo que estáis haciendo y gracias por lo que está haciendo el programa conmigo esta tarde, lo mínimo era preguntar".

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Todos sus compañeros han tratado de calmarla sin éxito: "Ha sido un placer trabajar con vosotros. Me voy de aquí que en mi casa tumbada al sol estoy de puta madre. Ya tengo edad para irme. Iros a la mierda".

Ya más tranquila, ha regresado al plató entre bufidos: "Para mí, este es mi último programa. No vuelvo más. Llevo doce años dándolo todo, ya está bien".

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