La gran remontada de New England Patriots ante Atlanta Falcons contó con una testigo muy especial para Tom Brady, el jugador más determinante de la Super Bowl junto a James White. Ella no es otra que Galynn Brady, la madre del quaterback, que lucha contra el cáncer desde hace un año y medio.
Pese a mantener la enfermedad de su progenitora en secreto todo este tiempo, el propietario de los Patriots, Robert Kraft, desveló al canal local de deportes de Boston NESN la delicada situación que atraviesa: "Este es el primer partido al que su madre ha podido asistir este año. Ha pasado por quimioterapia y radiación", indicó a la cadena ESPN. "E hizo el esfuerzo de venir con el padre de Brady".
Antes de la impresionante final, el dueño del equipo animó a Brady para lograr el título y poder dedicárselo así a su madre: "Hablé con Brady en los vestidores antes del juego y le dije 'Tenemos que ganar esta por tu mamá', porque yo se lo importante es su madre", explicó Kraft.

Y así fue. Con todo perdido y en mitad de la fiesta de los Falcons, que gozaban de un 3-28 a favor, Brady capitaneó a su equipo hasta la victoria final (34-28): "Nunca dejamos de creer en Tommy", dijeron sus compañeros de equipo.
Tras el triunfo llegó el momento más emocionante. Galynn bajó al cesped y se fundió en un intenso abrazo con su hijo y con la mujer de éste, la espectacular Gisele Bündchen, quien se mostró muy cariñosa con ella. En ese momento, los periodistas se lanzaron a conseguir el testimonio de la emocionada madre.
"Esto me sobrepasa", dijo y añadió: "Me he pasado todo el partido rezando. Fue todo lo que hice". Su marido, Tom Brady, también fue perseguido por los medios: "Es lo mejor que he visto en mi vida. No tengo palabras por lo espectacular, por lo nervioso, lo intenso del partido. Creo que lo hizo por su madre, por toda Nueva Inglaterra", concluyó.

