Se supone que la 32º edición de los Premios Goya fue una de las pasarelas más elegantes y diversas de los últimos años porque mientras en Hollywood las actrices optaron por el negro para reivindicar su propia libertad en la industria, las actrices españolas han derrocharon color, lentejuelas, flecos y plumas y combinados al gusto del talento creativo de las grandes firmas.

Penélope Cruz fue sin duda una de las actrices que más miradas acaparó con su estilismo. Su deslumbrante modelo blanco era además un delicioso mensaje porque llevaba la firma de Atelier Versace, lo cual zanja los rumores sobre supuestas desavenencias con su amiga Donatella. Hay que tener en cuenta que muy pronto la veremos en la piel de la hermana del genio asesinado en la puerta de su casa de Miami hace 20 años en la serie American Crime Story. El inmaculado diseño de manga larga incluía una de las aperturas de piernas más atrevidos de la noche, además de pedrería. Penélope y su marido no ganaron ningún premio, aunque ambos estaban nominados por Loving Pablo, pero la de Alcobendas tuvo gran visibilidad durante la aburridísima gala y no solo porque entregara el premio a Mejor Película junto a Carlos Saura, sino porque ha roto la costumbre de aparecer en los eventos españoles sin Javier Bardem. En esta ocasión, se prodigaron en miradas, sonrisas y hasta besos desde la primeras fila, como parte del cartel del show, tal vez porque llega el estreno de la película de su amigo Fernando León de Aranoa sobre el narco colombiano Pablo Escobar, donde son pareja en la ficción.

Su hermana tampoco faltó a la fiesta del cine español pero Mónica Cruz eligió para la ocasión un diseño de Rubén Hernández Costura. El diseño, en color beige y repleto de lentejuelas del mismo color, dejaba poco espacio a la imaginación, creando unos dibujos de lo más sugerentes. Un modelo por cierto muy parecido al de Marta Torné, que eligió las transparencias y pedrería con un diseño de Gabriel Lage.

Nieves Álvarez (un mes más vieja que Pe), también optó por las lentejuelas, coronándose como una de las mejor vestidas de la velada y resaltando su espectacular figura. Puede ponerse lo que sea pero su vestido de lentejuelas negras y detalles de pedrería en la parte frontal y mangas, de la firma italiana Dolce & Gabbana Secret Colección, la convirtieron en una diosa. La presentadora de Flash Moda remató su estilismo con joyas de Bvlgari, una diadema de una de sus hijas y zapatos Christian Louboutin.

La mejor actriz española viva, Maribel Verdú, era una de las nominadas de la noche por su papel de esposa de Antonio de la Torre en la sorprendente Abracadabra. A sus 47 años está espléndida y más este sábado con un vestido de Dior en azul petróleo de manga larga. En primera fila durante la gala bochornosamente presentada por Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, estuvo flanqueada por su compañero en la película de Pablo Berger y por su marido, Pedro Larrañaga, su amor desde hace casi 20 años. Por cierto que los cómicos que conducían este engendro hicieron un chiste sobre Larrañaga que pocos entendieron y parece que no le agradó al productor.

También de Dior y con gran escote acudió Najwa Nimri (46). La ex de Daniel Calparsoro entregó un premio menor. Belén Cuesta (34) fue una de las perdedoras de la noche, junto con su equipo de La llamada y Los Javis. Solo Leyva y su canción mojaron después de obtener cinco nominaciones. Como consuelo, Cuesta puede decir que acertó y fue coronada como una de las más elegantes de la noche con un sofisticado diseño de Nacho Aguayo para Pedro del Hierro, un vestido en palabra de honor y corsé con tul en color burdeos.

Una de las que más comentarios suscitó fue la influencer Dulceida con un vestido asimétrico y corto e imitando a la mismísima Kendall Jenner (22). La badalonesa de 28 años eligió a su diseñador de cabecera Ze García y conseguía revolucionar la alfombra aportando todo el color con su estampado floral.

La cordobesa Macarena Gómez, que había celebrado su 40 cumpleaños el viernes, también decidió enseñar piernas este sábado goyesco y para ello la actriz de La que se avecina eligió un espectacular diseño de terciopelo de seda verde de Teresa Helbig, con una boa de plumas, zapatos de Serena Whitehaven y joyas de Montblanc. La mujer de Aldo no llamó la atención más que su marido, esmoquin de Juan Avellaneda con una langosta bordada en brillos y zapatos de pelo rosa fucsia, también de Serena Whitehaven. La langosta fucsia era un homenaje a Elsa Schiaparelli, inspirada por Dalí. Surrealista.

Mabel Lozano, nominada al Goya a mejor cortometraje documental por Tribus de la Inquisición, la toledana de 50 años también optaba por el diseño asimétrico con un vestido largo y de negro, con una sola manga que terminaba con un enorme volante blanco.

Impresionante llegaba a la alfombra roja Elena Furiase, proclamada a punto de llegar a los 30, como una de las mejor vestidas de la noche, con un pedazo de diseño dos piezas con falda larga y top asimétrico en negro, de Benjamin Friman Couture. La hija de Lolita completó su elegante look con el toque de color de su un clutch rojo de Stella McCartney, la diseñadora que eligió Leonor Watling (42) para la red carpet, un vestido rojo con la espalda al aire. Luego se cambió para poner la música de Marlango a disposición de las nominadas a mejor canción durante la gala y sobre las tablas eligió un atrevido modelo de rejilla en el escote con transparencias al límite.

La actriz Sara Sálamo (25) eligió la sobriedad de un diseño de George Chakra con pedrería en el escote palabra de honor y de terciopelo, en burdeos. La novia del madridista Isco optó vestirse como una diosa griega, con salndalias y hombros al aire pero debió pasar frío.

También de terciopelo pero optando por el esmoquin apareció Leticia Dolera. Con traje en azul marino y grandes hombreras y zapato plano, la directora y actriz barcelonesa de 36 años, que entregó premio junto con su amiga y también directora Paula Ortiz, reivindicó la posibilidad de ir sexy y femenina sin tener que recurrir al taconazo y los grandes vestidos. Dolera no se sentó en las primeras filas con su marido, el director de Verónica, película de terror que contaba con importantes nominaciones y enganchó un Goya técnico. Paco Plaza estuvo con la niña protagonista de su largometraje.

La colombiana Juana Acosta (Perfectos desconocidos) llamó la atención por la espectacularidad de su vestido a medida, con la firma de Pedro del Hierro de tul y en azul marido con falda evasé multicapa. A sus 41 años, la mujer de Ernesto Alterio apostó por la sencillez y acertó.

Cristina Castaño (39), cuyo chiste contra los inicios de Penélope Cruz no fue bien entendido por todos, eligió un favorecedor vestido negro de Vicky Martín Berrocal, con joyas de Rabat. La actriz gallega popular sobre todo por su paso por La que se avecina, se marcó un discurso reivindicativo y tiró los tejos a su compañero para entregar premio, Unax Ugalde (39). La pareja de Ingrid Rubio reaccionó bien cuando Castaño le propuso encerrarse juntos en una habitación de hotel, en broma, se supone.

La barcelonesa Úrsula Corberó, con el pelo muy corto, no tuvo su noche más elegante con un vestido de flecos y microlentejuelas, unde Teresa Helbig. A sus 28 años, la novia de Chino Darín ha triunfado con La casa de papel en televisión y ya llega la segunda temporada de la serie de Álex Pina.

Otra que no para es Belén Rueda: Perfectos Deconocidos, de Álex de la Iglesia, arrasa en recaudación, y su nueva película con Telecinco Cinema, El Cuaderno de Sara, se estrenaba el viernes con buenas previsiones.  Acertó con un toque de color elegante: un vestido en rosa de Carolina Herrera, pero no con el peinad, un moño alto sobrio pero no favorecedor. A punto de cumplir 53 años, Belén está espléndida, disfruta del amor y, aunque la ex de Dani Écija no ha vuelto a encontrar un papel como el que la consagró en Mar Adentro, sus trabajos ofrecen calidad y funcionan en taquilla.

Andrea Duro también optó por el color con un vestido con cola en rojo y asimétrico, que le dejaba un hombro al descubierto.

Miriam Hernández prefirió un vestido con capa, optando por un diseño en blanco con pedrería dorada. Anne Igartiburu, que acudió con su marido, también escogió el blanco, con un vestido de escote cerrado y manga larga de su irrenunciable Lorenzo Caprile.

También del gran diseñador que llega a ahora a TVE con su talent de Moda, pero en negro, acudió la actriz y vicepresidenta de la academia, Nora Navas.

Cayetana Guillén Cuervo aseguró con un espectacular vestido negro con espalda descubierta de Santos Costura. También de negro acudió para entregar un galardón Dafne Fernández, compañera de reparto de Belén Rueda en Perfectos desconocidos, con un escote halter con pedrería, consiguiendo un efecto espectacular, con diseño de Pronovias.

Del mismo estilo eligió su vestido de Marina Sala, con diseño asimétrico de Elisabetta Frranchi. También de negro una de las triunfadoras de la noche, Anna Castillo, con uno de los escotes más largos de la noche, la actriz nominada por La llamada iba muy elegante con un vestido joya de Villalba Atelier. También en negro Elena Ballesteros y Bibiana Fernández, con vestidos parecidos asimétricos y con un gran volante en el escote, cubriendo uno de los hombros.

Irene Escolar entregaba premio y prefirió el tul en rojo y espalda al aire, también de Santos Costura. Atrevido y vistoso, muy bien llevado por la excelente actriz y ex de Martiño Rivas. También de rojo y también para entrear premio  llegó Hiba Abouk, con un diseño del fallecido Azzedine Alaïa, a quien la actriz de El Príncipe rindió homenaje, igual que Rossy de Palma, que entregó premio junto a Corbacho.

Macarena García no pasó inadvertida con un diseño transparente con bordado de pedrería firmado por Dsquared2. La novia de Leyva se puso muy contenta cuando el ex Pereza recogió su premio pero en cambio se la vio decepcionada cuando su hermano y el novio de éste, Los Javis, perdían todos los Goyas a los que La Llamada estaba nominada.

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