Carlota Casiraghi deslumbró este viernes con su presencia en el Festival de cine de Cannes. Acompañada de su marido, el productor Dimitri Rassam, la hija de Carolina de Mónaco lució un diseño de Chanel, firma de la que es embajadora.
La royal monegasca se enfundó en un favorecedor look en satén azul, con escote halter. El vestido se ceñía a la cintura para después tener un corte recto en la zona de la falda, muy al estilo de una diva clásica de Hollywood.
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Para la ocasión, la nieta de Grace Kelly apostó por el minimalismo, una tendencia con la que se siente muy identificada. Completó el look con unos pendientes de diamantes y una cartera de mano. Además, eligió un maquillaje poco marcado y se recogió el pelo en un moño bajo pulido.


Su elección estilística nos ha recordado a su madre. Carolina de Mónaco optó por un vestido similar y del mismo color en 1989, cuando acudió al festival de Cannes del brazo del padre de Carlota, Stefano Casiraghi, en una de las pocas ocasiones, si no la única, en la que asistieron al evento.
