Alicia Koplowitz acaba de ser elegida académica honoraria de la Real Academia Española de Bellas Artes de San Fernando por su labor como mecenas. No es para menos. Entre sus adquisiciones, algunas de ellas donadas directamente a los grandes museos españoles, destacan obras de Goya, Klimt y Madrazo y todas tienen algo en común: la figura de la mujer es la protagonista.
Alicia Koplowitz fue elegida oficialmente miembro de dicha institución española el pasado 23 de junio gracias a la propuesta del arquitecto Rafael Moneo, la pintora Carmen Laffón y el historiador Francisco Calvo Serraller. El suyo es un nombramiento histórico, pues no es ni artista, ni comisaria, ni profesora ni crítica, pero sí una gran mecenas a la que el mundo del arte tiene mucho que agradecerle: hace un año compró una obra de Federico de Madrazo en una subasta y la donó al Museo del Prado.
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No es una obra cualquiera, sino el retrato de la joven Josefa del Águila Ceballos, del que muchos críticos destacan su dignidad y poderío. Y es que Alicia Koplowitz no apuesta por 'cualquier' cosa: su colección es feminista. Según Carmen Giménez Martín, una de las conservadoras de arte españolas más importantes y también académica honoraria de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la colección de Koplowitz "contribuye a dignificar y poner en valor la figura de la mujer sobre el oscurantismo en que se han visto confinadas tantas de ellas a lo largo de la historia".
La obra de Madrazo solo es la punta del iceberg de una valiosísima colección que gira, casi en su totalidad, en torno a la figura femenina. "Incluso cuando Alicia compra un Schiele o un Klimt, estupendos artistas pero un poco rijosos, consigue obras que están del lado de la mujer", ha dicho el galerista José Antonio de Urbina en Vanity Fair. "De sus cuatro Goya, la mujer compone la figura única o el centro de la imagen en tres de ellos".
Además, Koplowitz siente admiración por Toulouse-Lautrec, Van Dongen o Modigliani, y también cuenta con retratos de corte de Pantoja de la Cruz o incluso sus vírgenes de Zurbarán y Morales. La suya es una colección de valor incalculable.

Alicia Koplowitz, que estudió en el Liceo Francés de Madrid y completó su formación en Economía y Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado una intensa, comprometida y continuada acción filantrópica en ámbitos sociales, medico-científicos y culturales. Según la propia Real Academia de Bellas Artes, la aristócrata posee una colección privada de calidad excepcional, con obras maestras de los siglos XVI al XXI, reflejo en gran medida del gusto estético de Alicia Koplowitz y de su atracción personal hacia la belleza clásica.
La empresaria habló de su experiencia como coleccionista durante su primer discurso como miembro de la Academia de Bellas Artes: "Los coleccionistas establecemos con las obras un cruce de caminos. En mi caso recuerdo con precisión el momento en el que cada una ha llegado a mi vida y todas, sin excepción, me llevan a alguna memoria personal. El arte desencadena emociones (a veces incluso conmociones) y éstas pueden despertar en nosotros formas libres de memoria. Existe un importante vínculo, un tejido común, entre el arte de coleccionar y el devenir de la memoria".

Durante la intervención, la marquesa de Bellavista hizo una emotiva narración personal de su interés por las Bellas Artes, desde el primer impacto que le produjo la contemplación de Las meninas y sus iniciales adquisiciones en subasta hasta la reunión de la maravillosa colección de obras maestras que posee hoy en día.
