El jugador de fútbol argentino tiró la casa por la ventana con motivo de su 32 cumpleaños. Lo celebró en Ibiza a lo grande en uno de los establecimientos más de moda de la isla, días antes de la fecha real de su aniversario, que fue el 24 de junio, ya que se tenía que ir al otro lado del charco para disputar la Copa América.
Hamburguesas, patatas y fritas y muchas botellas de Dom Pérignon sumaron una cuenta de 35.000 euros.
Ibiza es uno de los destinos favoritos de Messi, el jugador considerado como más importante del mundo, al menos para la afición del Barça, y allí antes de irse a jugar con su selección la Copa América, celebró con antelación su trigésimo segundo cumpleaños. En la isla estaba con él su mujer, Antonella Rocuzzo, de quien se confiesa locamente enamorado. Messi eligió para celebrar su cumpleaños el restaurante Discoteca El Lío, uno de los espacios de ocio y diversión más importantes de Europa.
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El coste mínimo de una cena con espectáculo de cabaret y derecho a discoteca es de 200 euros. Da igual cómo se complete esta cantidad, ya sea con sus exquisitos platos de sushi o pescado o con los más elaborados de cocina mediterránea como el bogavante de estilo Resort de 108 euros, o la Ensalada en Cabaret Lío, con bacon, pollo picastostes y aderezo de parmesano y anchoa, a un precio más módico, tan solo 54 euros. La carta de vinos es amplísima, casi tanto como las de cavas y champagnes. Y por este último se decantaron Messi y sus acompañantes, pensando tal vez que nadie se iba a enterar. La comida no pudo ser más sencilla. Ni solomillos, ni steack Tartar.. La mayoría de los invitados decidió pedir una sencilla hamburguesa, pero no escatimaron en esta bebida. Decenas de botellas de Dom Pérignon cayeron una detrás de otra, pero ninguna era de las de 6 litros de 38.000 euros, la más cara de todas. El Dom Pérignon, Rosé Gold 6L, cosecha del 2000. Producida por Moët & Chandon (LVMH). Esta marca de champagne famosa en el mundo entero recibió el nombre de Dom Pérignon en honor a Pierre Pérignon, un monje benedictino quien supuestamente fue el descubridor, de la forma de creación de los vinos espumosos.
La factura que abonó Messi al final de la noche, pasada la nedianoche alcanzó los 35.000 euros, una minucia para un hombre que gana, según estimaciones de Forbes, unos 127 millones de dólares, casi 112 millones de euros al año.
Ya puestos a incordiar, una regla de tres sencilla nos indica el nivel de generosidad de Messi comparado con el del común de los mortales. Lo gastado hace menos de dos semanas en su cena de cumpleaños es una minucia para el jugador blaugrana. Sería el equivalente a nueve euros para una persona que percibe 30.000 al año de sueldo bruto. No le daría ni para comprar una sola hamburguesa a sus amigos. Moraleja: está bien que los ricos ganen dinero, pero hay que animarles a que lo gasten con más salero… ¡Que circule para crear riqueza!
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