Barack Obama (57), Michelle Obama (55) y sus hijas, Malia (20) y Sasha (18), han pasado unos días de desconexión en el sureste de Francia, concretamente en la Provenza. La familia ha viajado hasta allí procedente de Marbella, primer lugar europeo que visitaron durante estas vacaciones.
Los Obama aterrizaron en Francia el pasado viernes a bordo de su avión privado. La familia se ha instalado en Le Mas des Poiriers (La Masía de los Perales), una preciosa villa del siglo XVII que se encuentra en Villeneuve-lez-Avignon y que han alquilado por 55.000 euros la semana.
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Dicha casa consta de siete habitaciones, un comedor con capacidad para 18 personas, piscina, pista de tenis, gimnasio, zona para hacer barbacoas e incluso un área para practicar petanca.Asimismo, viene incluido el servicio de dos chefs, camareros y limpieza.

La casa de campo fue reformada por Alexandre Lafourcade, un arquitecto conocido por los alrededores, y los jardines fueron obra de Dominique Lafourcade, el famoso arquitecto paisajista provenzal. La masía cuenta con una ubicación ideal para acceder a todo lo que ofrece la región.

La familia Obama aprovechó su estancia en la Provenza Francesa para hacer turismo y probar la gastronomía de la zona. El pasado 15 de junio, Malia y Sasha estuvieron en un mercadillo de la L'Isle-sur-la-Sorgue, en Aviñón. Allí, la hija mayor se detuvo a comprar fresas y la recién graduada paseó por los distintos puestos para ver los artículos de antigüedad expuestos.

Al día siguiente, los que fueron inquilinos de la Casa Blanca celebraron el día del padre, ya que en Francia y Estados Unidos se celebra el tercer domingo de junio. Para ello, visitaron el Palacio de los Papas, donde se pudo ver a Obama capturando algunas imágenes del antiguo edificio. Posteriormente, cenaron en un famoso y lujoso restaurante llamado La Mirande, cuyo menú oscila entre 85 y 105 euros por comensal. El establecimiento cuenta con una estrella Michelin gracias al chef Florent Pietravalle.
