Pilar Rubio ha escogido un vestido de alta costura del libanés Zuhair Murad valorado en más de 40.000 euros: blanco impoluto, escote pronunciado en V, muy ajustado y con brillantes. Impresionante también su maquillaje, que exaltaba su belleza natural, obra de Vicky Marcos, creadora de AKU Cosmetics.
Entallada en su vestido blanco famenco-libanés ha entrado en la Catedral de Sevilla del brazo de su padre, muy elegante. El escote en V reivindica la figura espectacular de la presentadora. El color blanco ha sido sin embargo una sorpresa para quienes habían apostado por algo menos clásico, como una mezcla de blanco tal vez con rosa, rojo, naranja o verde, los colores prohibidos entre las invitadas femeninas. Pilar ha sido tradicional y ha apostado por este blanco nuclear, con perlas y bordados, del afamado diseñador libanés Zuhair Murad.

Peinada con una trabajada combinación de trenzas que recogían su cabello en un moño, ha logrado logra un look goyesco por las trenzas que asoman a uno de los lados. Pero además, una peineta baja y una mantilla han convertido a la novia en una modelo de Romero de Torres, esencia de la belleza hispalense. Para no olvidar sus gistos roquero, ha elegido un detalles: el ramo negro que sirve de guiño a los fans más heavys.
El tono bronceado de Pilar Rubio y iluminador armonizan a la perfección la luz de la primasvera sevillanaal caer la tarde y el rostro de la novia. Una base ligera pero con la cobertura perfecta para aguantar intacta antes los flashes.

Los ojos, en prevención de que haya lágrimas, llevan capas de máscara de pestañas waterproof para que el delineado cat eye permanezca intacto caiga quien caiga. más preciso se le sumaban Los labios los lleva con un nude anaranjado que sublima el conjunto.