Pretty Woman fue la película que marcó la carrera Julia Roberts y la convirtió en la novia de América. La historia de la prostituta que conquista el corazón de un galán como Richard Gere enamoró al mundo entero.
Lo que no se sabía hasta que la actriz lo ha contado en Variety es que la película podía haber tenido un final completamente diferente, con el que ella nunca estuvo de acuerdo. "Hace muchísimos años hice una audición para una película llamada 3.000, que por si alguien no lo sabe, era el título del guión original de Pretty woman". Pero aquella versión tenía un final bastante más duro.
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Una vez superó el casting, Julia Roberts recibió una copia del guión original, para que fuera preparando su papel. Según iba pasando las páginas descubrió que el final para Vivian (la prostituta) era muchísimo más trágico de lo que podía esperar. Hasta tal punto era la situación, que la propia actriz se pensaba no dar vida a su personaje, ya que no se encontraba cómoda con la situación que tendría que vivir en la cinta: "No tenía ningún interés en estar en una película como esa. Y eso que a mí si me dieron el papel". Según la primera versión de la película, tras la buena sintonía entre el personaje de Gere y Roberts, la cinta no acababa como un cuento de princesas.
Ambos se encontrarían en la escena final en el coche del magnate cuando, llegado el momento, el multimillonario putero (Richard Gere) Edward Lewis empujaría del vehículo a Vivian para que saliera. Lewis le lanzaría por la ventana un fajo de billetes para pagarle los servicios prestados y el personaje de Roberts acabaría tirado en un callejón abandonado y oscuro, regresando a los orígenes de donde procedía al principio de la cinta.
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Sin embargo, un golpe de suerte permitió que esta versión no fuera rodada y que Julia Roberts pudiera hacer la Pretty woman que le gustaba. "El estudio que iba a producirla quebró y tres días después de que me dijeran que me habían seleccionado me quedé sin trabajo". En un primer momento no le importó demasiado, ante la situación en la que se quedaba su personaje. "Me dijeron que antes de cerrar Disney les había comprado el guión y yo pensé que qué demonios iba a hacer Disney con esa historia. ¿Animarla? En serio, aquella película era lo menos Disney que he leído nunca".
Sin embargo, la suerte hizo que, finalmente, pudiera hacer el papel cuando el director Gary Marshall se interesó por la cinta y Disney accedió a sus deseos. Una vez con el guión en su poder, Marshall, al que la actriz define como "un ser humano maravilloso", contactó con Roberts para volver a ofrecerle el papel, al saber que había sido la elegida por la anterior productora para hacer de Vivian. "Pero resulta que no solo me volvió a ofrecer la película, sino que habían cambiado también el guión hasta convertirlo en algo que realmente entraba en mi zona de confort".
De esta forma, la intérprete pudo dar vida a ese personaje que conquistó a medio mundo, que sigue enamorando a jóvenes y adultos y que le recompensó con el Globo de Oro a mejor actriz y la nominación al Óscar. Recordemos cómo quedó todo al final:
Las diez mejores escenas de Pretty Woman
1. Una de las escenas más recordadas y más parodiadas es la del collar (la que abre este post, arriba del todo) cuando Edward (Richard Gere) le muestra un estuche que guarda una increíble joya dentro y cuando Vivian (Julia Roberts) trata de tocarla, él la cierra a punto de pillarla la mano a modo de broma. El dato curioso sobre la escena es que no estaba en el guion y Richard Gere seguramente no se imaginó que su improvisación terminaría siendo la escena más icónica.

2. Otra escena representada, seguro, por cientos de mujeres en sus casa, es la de Vivian en la bañera cantando 'Kiss' de Prince. Mientras un atónico Richard Gere la observa.

3. La siguiente nos la trae el atractivo Richard Gere y corresponde al final de la película, cuando Edward, asomándose por el techo solar de una limusina, termina ascendiendo por una escalera de incendios para reencontrarse con Vivian y dar lugar a la siguiente escena, el beso, en mayúsculas.

4. Aquí está el momento en el que muchísimos corazones se derritieron como la mantequilla. El beso que declaraba un amor sincero a los cuatro vientos, el culmen de la película, después de 120 minutos de tensión sexual sin ningún roce de labios (recordemos que Vivian jamás se besaba en la boca con sus clientes) llega el momento más esperado.

5. No excesivamente bonito pero muchas veces imitado es el vestido que luce Vivian cuando 'Trabaja' en las calles, donde conoce a Edward, quien le contrata. El resto, es historia.

6. Uno de los mayores atractivos de Julia Roberts eran los increíbles rizos pelirrojos que lució en la película. Ese mismo año, su peinado y su color fueron lo más demandado en las peluquerías norteamericanas.

7. Los momentos de tensión sexual entre Edward y Vivian pusieron los pelos de punta a más de uno y de una. De eso se trataba, jugar con la intimidad de los personajes y su atracción física, sabiendo que en ningún momento podrían besarse.

8. Otra gran escena del filme es cuando Vivian está de compras con las tarjetas de Edward y tras notar la dependienta de la boutique que sus modales no corresponden con los de una mujer de clase alta, comienza a tratarla con desdén. Esta escena es memorable ya que Vivian en vez de avergonzarse, se muestra perfectamente digna, y con toda la educación del mundo, se marcha y deja plantada a la dependienta. Toda una revindicación contra los clasismos.

9. No nos cansamos de los momentos de intimidad entre Vivian y Edward, este momento bañera sin duda ha quedado en la memoria de toda una generación de románticos y románticas.

10. Para terminar, nos quedamos con el que creemos que es el momento en el que se entrevé el comienzo de un amor entre Edward y Vivian. Preparados para cenar en un restaurante de postín, Richard hace alarde de su galantería y dedica a Julia un piropo perfecto.