Su visita a Sálvame acompañada de todo su pueblo causó un tremendo impacto y aunque Jorge Javier hace ahora campaña por Carmena, todo el mundo recuerda el saludo en calzoncillos que le mandó desde el plató de su programa.
La alcaldesa lo colgó en su cuenta de Facebook. Populista, carismática y algo locuela, Carmen Luisa Castro, alcaldesa del PP en la localidad tinerfeña de Güimar, recuerda en muchos aspectos la personalidad de Jesús Gil y Gil. Ella no se mete en ninguna bañera con atractivos jóvenes en bañador, aunque no le importaría con tal de promocionar su pueblo, pero se ha marcado un bailecito electoral que se ha convertido en viral en las redes sociales.
Carmen Luisa Castro es un auténtico fenómeno de la naturaleza y ha grabado un spot que arrasa en las redes. En él se la puede ver bailando rodeada de todo su equipo al ritmo de Abba, y también al de uno de los temas de Olvido Gara, Alaska, que le viene como anillo al dedo, ¿A quién le importa?, una canción con la que deja muy claro lo mucho que le resbalan las críticas de sus adversarios.

Le cayó la del pulpo por llevar a Jorge Javier Vázquez con su obra de teatro a costa de 31.600 euros procedentes de los fondos del cabildo, y también por invitar a Carlota Corredera a leer el pregón de las fiestas. Y por muchas más cosas. Está empeñada en la rehabilitación de los barrancos de Güimar con fines turísticos y quiere construir un túnel que una la localidad con la Orotava.

Esta mujer morena de 52 años se presenta como número dos a las elecciones al parlamento canario aunque quiere seguir siendo alcaldesa de una localidad donde se le perdona todo y goza de una popularidad similar a la de Belén Esteban. Ella es en Güimar la princesa del pueblo.
Miss Cachonda, Miss Estrecha y Miss Follometría
Una iniciativa llevada a cabo en 2018 le valió infinidad de críticas. Colaboró en la organización de una cena erótica para mujeres con boys. El fin era recaudar fondos para el barrio de la Virgen de Fátima en la que, a la manera de los concursos de belleza, se concedían los títulos de Miss Cachonda, Miss Estrecha y Miss Follometría. Las asociaciones feministas denunciaron que semejantes estereotipos, y el cartel de las fiestas, ofrecían una imagen denigrante de las mujeres. Le llovieron las críticas de todas partes. Hasta el párroco pidió que se retirara el cartel por impuro pues se había escrito el nombre de la Virgen de Fátima junto a la foto de un stripper y se negó a aceptar ni un euro procedente de semejante bacanal.
Luisa dijo que las bandas de la cena erótica eran solo para vacilar y que se trataba de una especie de despedida de soltera solo para mujeres. Aunque su colaboración se limitó a la logística y llegó a llenar "dos guaguas para el transporte", se mostró desafiante: "No sé si tengo el día libre para ir a la fiesta, pero qué pasa si voy". Incluso defendió su postura en programa de Susanna Griso. Gracias a aquello el nombre de Güimar salió hasta en los informativos nacionales.

Está acostumbrada a los escándalos. El primero de todos tuvo lugar en el año 2015 cuando dijo que el pueblo se iba a quedar vacío con el viaje que estaba organizando para llenar el plató de Sálvame. El alboroto mediático fue de tal magnitud que en Telecinco la recibieron como si fuera Letizia. En los pasillos exteriores les esperaban los colaboradores con una alfombra roja para darles la mano como si se tratara de una recepción en el Palacio de Oriene y se contrató hasta una charanga y animadores para dar relevancia al acto. Allí se inició el reinado de Carmen como la política más friki y carismática, y ahora se ha vuelto a coronar con su último vídeo. Tenemos Luisi para rato.
