La historia de Meritxell Batet muestra a una persona hecha a sí misma. Quien fuera hasta ahora ministra de Pedro Sánchez se ha convertido este martes en la nueva presidenta del Congreso.

Cuando comience la legislatura y se siente en el centro de la democracia española, o sea, en el banco de presidenta del Congreso, su mirada felina de ojos que no miran a ninguna parte gobernará el debate parlamentario. Tal vez cuando los diputados se desmanden descubriremos que esta profesora de 46 años hecha a sí misma esconde tras su expresión de mujer tierna y sofisticada una enorme capacidad de mando desde la Plaza de las Cortes, en el centro de Madrid. Lejos queda Cataluña, donde en sus años noventa tocaba las Gymnopédies de Satie en el piano, bailaba danza, se ponía un bikini por imperativo laboral para trabajar de camarera en el Nick Havana de Barcelona para pagarse la carrera de Derecho y corría por la playas nudistas de Altafulla junto a un poeta independentista por el que bebía los vientos antes de enamorarse del diputado más sexy del PP.
De diputada rasa a tercera autoridad del Estado
Después de dos legislaturas haciendo de diputada rasa, en las primarias que catapultaron a Pedro Sánchez, Batet había apoyado al rival Eduardo Madina. Pero a pesar de eso el actual líder socialista le dio a Batet el primer cargo orgánico de su carrera. Meritxell Batet se convirtió hace tres años en la nueva sustituta de Carme Chacón a la cabeza del PSC, después de que la ex ministra de Defensa, fallecida en 2017, renunciara a su cargo alegando motivos políticos. La tarea de la barcelonesa fue premiada por Pedro Sánchez al llegar al Gobierno tras tumbar a Rajoy en la moción de censura con una cartera ministerial. "Una mujer de su tiempo y, sobre todo, una mujer hecha a sí misma", destacó Pedro Sánchez de ella durante la campaña electoral para las generales.
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Pero si su labor política ha sido compleja, teniendo en cuenta que ha sido Batet quien ha tenido que lidiar con el asunto catalán como responsable de Administraciones públicas del Ejecutivo, ahora, como sucesora de Ana Pastor presidiendo el Congreso de los Diputados, será evaluada con mayor exigencia.

Matrimonio y separación del diputado del PP
Meritxell Batet está acostumbrada a plantar cara a las situaciones que la vida le impone. A sus 46 años, esta profesora de Derecho Constitucional (como Carme Chacón) de la Universidad Pompeu Fabra, ya sabe cómo afrontar también momentos delicados en el terreno personal. Hace tres años se separó de su marido y padre de sus dos hijas, José María Lassalle (52).

Amores separatistas y poéticos
Después de una larga relación con el escritor y político independentista Héctor López Bofill (autor de La independencia y la realidad o de La trama contra Catalunya), hoy candidato a la alcaldía de Altafulla (Tarragona) por el partido de Puigdemont, Batet conoció al entonces secretario de Estado de Cultura del Partido Popular a raíz de una intervención sobre plurilingüismo en el Congreso, en su primer año como diputada. Zapatero acababa de ganar y la socialista salió al estrado y citó a Sebastià Alzamora, a Manuel Forcano y a su exnovio: "No hay nada prohibido o sagrado, todo se puede cuestionar", proclamó parafraseando el trío, que entonces se hacían llamar Los imparables. Entonces, Lasalle se le acercó y le preguntó por aquellos poetas que había citado.

Así se conocieron, en el Congreso que ahora va a presidir ella, mucho antes de intimar, hacia 2008, cuando ambos eran diputados: ella del PSC-PSOE por Barcelona y él, del PP por Cantabria. Pese a sus diferencias ideológicas, entonces tenían mucho en común: eran jóvenes, licenciados en Derecho y promesas de sus respectivos partidos. Se casaron en 2005, ocho meses después de conocerse, y tienen dos hijas mellizas adolescentes, Valeria y Adriana, que ahora tienen 12 años. Hasta antes de la ruptura residían todos en Madrid, pero tras la separación el político conservador abandonó el domicilio conyugal, una residencia que luego fue vendida.

Boda religiosa en Santillana del Mar
Cuando se casaron, ella tenía 32 años y él 39; y a la ceremonia religiosa no acudió ningún cargo relevante de sus partidos. Personal de seguridad impidió a los reporteros gráficos entrar al templo, siguiendo la voluntad del novio, que expresó su deseo de que el enlace se celebrase en la más estricta intimidad. En aquella época, Lassalle fue de los más votados por las diputadas populares como uno de los compañeros de escaño más deseados, según publicó la revista Tiempo. Lo suyo fue un flechazo. En enero de 2005, Batet era diputada en el Congreso y salió a la tribuna para defender una proposición no de ley de su grupo, citando a unos poetas catalanes conocidos como Los imparables. José María Lassalle cayó rendido a los poemas de Batet y se acercó a ella para felicitarla por su intervención y pedirle que le contara más sobre Los imparables. El 27 de agosto de ese mismo año contraían matrimonio en la Colegiata de Santillana del Mar, Cantabria, tierra natal del novio. Aseguraban entonces que sus diferencias ideológicas no intervenían en su día a día, que las discusiones de la Cámara quedaban en el felpudo y que su amor por los libros y por un proyecto común podía con todo.
Declaración de bienes y 192.000 euros al año de sueldo
En la declaración de bienes de Meritxell Batet figura una vivienda en Barcelona, la única tras vender la casa en la que convivió con el padre de sus hijas en Madrid. Tras la venta cancelaron el préstamo hipotecario. Batet también tiene un plan de pensiones que contrató hace menos de dos años. Ahora no tendrá problemas económicos: Pedro Sánchez premia su fidelidad con un puesto en que ganará el doble que como ministra, 192.276 euros al año.
José María Lassalle Ruiz (Santander, 23 de octubre de 1966) es escritor además de político. Cuando se separó era secretaría de Estado de la Sociedad de la Información y Agenda Digital de España en el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y anteriormente había sido secretario de Estado de Cultura de España en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte entre 2011 y 2016. Doctor en Derecho, es colaborador habitual en medios de comunicación y actualmente escribe en El País.
Camarera en bikini para pagarse los estudios
Batet inició su carrera como académica con becas. Primero ejerció como profesora universitaria e investigadora en la Universidad en la que estudió, la Pompeu Fabra. Durante su época universitaria trabajaba para conseguir ingresos extra como camarera en Nick Havanna y en Bikini. Durante su doctorado obtuvo una beca German Marshall para mantener una estancia en Estados Unidos, donde visitar centros sociales, universidades e instituciones democráticas en distintas ciudades, según la web del PSOE.
Narcís Serra fue su tutor político
La virtual presidenta del Congreso en la legislatura que comienza, y que previsiblemente estará cuatro años en el centro de la vida parlamentaria, se inició en la política con apenas 30 años. Fue el ex vicepresidente de Felipe González, Narcís Serra, primer secretario del PSC, quien despertó en ella su vocación política "para el bien común". Serra buscaba en 2004 un perfil independiente para coordinar su secretaría y el director de tesis de Batet, Josep Mir, le propuso su nombre. Posteriormente fue en las listas del PSC por Barcelona, que encabezaba José Montilla, y obtuvo acta de diputada, aunque aún no militaba en el PSC. Por aquel tiempo tuvo como novio al escritor, poeta y hoy declarado independentista radical Cuatro años después, en 2008, Batet acabó afiliçandose al al PSC, militando en la agrupación de Gràcia.