El expresidente de Banesto está disfrutando estos días de la fiesta de Abril que se celebra en la capital hispalense y así lo ha hecho saber a través de las redes sociales. En una imagen en la que posa orgulloso con su hija Alejandra, Mario Conde recuerda que fue en aquellas casetas en las que le detuvieron por segunda vez hace ya tres años.
"La primera vez que tuve la oportunidad y la suerte de vivir la Feria de Sevilla mis hijos, Mario y Alejandra, tenían muy pocos años. Desde aquellos lejanos tiempos cada año volvía a circular por las polvorientas calles Del Real y recabar en algunas de sus entrañables casetas. El 11 de abril de 2016, día en el que daba comienzo la Feria sevillana, nos detuvieron a mis dos hijos y a mi junto con leales colabores. Han transcurrido tres largos y dolorosos años. Pero aquí estamos, en Sevilla, maravillosa ciudad, y yo dando gracias a Dios por poder vivir de nuevo momentos inolvidables con mi querida hija Alejandra que, como su hermano Mario, son ejemplos vivos de amor y lealtad a su padre", ha escrito Mario Conde junto a la imagen.
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Hace tres años que el ex presidente de Banesto fue detenido y acusado de repatriar dinero junto con sus hijos desde cuentas suizas, algo que finalmente no se pudo demostrar. Ahora, Conde disfruta de una vida relajada junto a sus principales apoyos, sus hijos Mario y Alejandra, de los que presume casi a diario. Arropado también por sus nietos y un nutrido grupo de amigos, trata de recuperar los 20 años que pasó en prisión por apropiación indebida, estafa y falsedad, y lo hace al lado de Pilar Marín, una sevillana de 43 años (27 más joven que él) con la que quiere celebrar su tercera boda.
Se conocieron en una fiesta en la finca de Los Carrizos, propiedad de Conde, y desde entonces no se han separado: "Se ha dicho que es una persona muy simpática, muy agradable, pero es más que eso: es una persona seria, muy trabajadora y muy responsable", ha dicho de ella el economista.