Nieves Herrero convierte en oro cualquier personaje que toca en sus libros y ahora le ha tocado el turno a Antonio Machado. El año pasado fue Carmen, la primera biografía autorizada de la única hija de Francisco Franco y Carmen Polo. Informalia ha hablado con ella sobre la polémica de la exhumación de los restos del dictador.
La presentadora, acompañada de su marido, Guillermo Mercado, sus hijas Blanca y Ana, y el novio de esta última, Clemont, presentó en el Teatro La Latina su última novela, Esos Días Azules, que versa sobre los amores de Antonio Machado y Guiomar, una mujer casada llamada Pilar Valderrama.

P: Primero llegó Lo que escondían sus ojos, sobre los amores ilícitos de Serrano Suñer y la marquesa de Llanzol, ahora esta novela... ¿Te estás convirtiendo en una experta amores extramatrimoniales?
R: No, en absoluto. De hecho, Carmen Franco jamás fue infiel a su marido.
P: ¿Es cierto que cuando escribiste aquel libro contabas con la oposición frontal de la familia y que solo te apoyó Carmen Martínez Bordiú? ¿Hubo algo de hostilidad?
R: Sí, es cierto. Yo hablé con ellos, pero se negaron y no les hizo gracia. La idea fue de Ymelda Navajo, mi anterior editora. Fue Carmen Franco quien me llamó para tener encuentros conmigo y para hacer la entrevista en su casa de Hermanos Bécquer. Era una gran dama, una gran mujer.
P: ¿Qué opinas de la exhumación de los restos de su padre para su traslado?
R: Si el Gobierno ha decidido su traslado, no tengo razones para oponerme. Sinceramente, la historia va evolucionando.
P: ¿Has hablado con alguien de la familia de ese tema?
R: No, yo con quien más trato tenía era con su hija, Carmen, y desgraciadamente ya no está. Fue un regalo inesperado conocerla y que fuera tan sincera conmigo.
P: Volvamos al tema de la exhumación de los restos. ¿Entiendes la polémica que se ha generado?
R: Yo creo que las decisiones de los gobiernos están por encima de las personas. Si una mitad de España puede estar ofendida porque Franco esté enterrado en el Valle de los Caídos a mí no me parece mal que se traslade, aunque no sea un tema prioritario. Y estoy deseando saber qué pasa dentro de la tumba de Franco. Hay tanto bulo que se ha llegado incluso a decir que no estaba, porque ha habido dudas al respecto. Creo que el traslado se va a hacer dignamente.
P: ¿Crees que este libro sobre Antonio Machado y Guiomar se convertirá también en un best seller?
R: No es lo que busco. Yo intento contar historias de carne y hueso y tengo la suerte de que la gente se me ofrece a veces para contarme la vida de un familiar. En este caso me ha ayudado Alicia Viladomat, la nieta de Guiomar, que está hoy aquí con nosotros.
P: Guiomar estaba casada. ¿Fue realmente un amor casto y puro o hubo infidelidad?
R: Eso se lo vamos a dejar a ellos. Es muy difícil dilucidad lo que es casto o lo que es ilícito o inmoral, especialmente cuando hay sentimientos de amor por medio. Eran otros tiempos. Ella llegó a escribir: "Sé que muchos no me van a perdonar mi pecado".
P: ¿Hubo sexo o no?
R: Eso se lo dejo al lector para que saque sus propias conclusiones. Yo me centro en sus cartas, en el amor que se profesaban y describo la vida de los dos, que fue tremenda. Esta historia parte de ella. De Antonio Machado se ha hablado mucho, y de ella no tanto. He convertido en carne y hueso una canción de Machado. Había una idealización platónica de una mujer y se demuestra que hubo algo mucho más profundo.
P: ¿Te has enfrentado alguna vez en la vida real a una infidelidad?
R: Todas las familias esconden secretos. Muchos, pocos... Siempre hay historias que se tapan. Y pasan los años y un nieto de repente considera que merece la pena contarlas. Estoy harta de verlo. Todos escondemos un secreto, un personaje en nuestra familia que consideramos que es mejor que ocultar. Sacar la verdad a la luz es una forma de exorcizar demonios del pasado. Varias personas me han contado historias muy buenas de familiares suyos que pueden dar para al menos dos grandes novelas. Ahora solo queda convencer a las editoriales.