Los Reyes y sus hijas asisten a la tradicional Misa de Pascua acompañados de doña Sofía, que se cita de nuevo en Palma de Mallorca con su nuera un año después del rifirrafe. La madre de don Felipe no ha fallado a la cita, pero sí el Rey Juan Carlos. El Emérito reapareció el año pasado, tras cuatro años de ausencia, pero este año su sitio ha vuelto a estar vacío en los bancos de la Seu de Palma de Mallorca.
Los Reyes y sus hijas llegaban a la Catedral de Palma junto a Doña Sofía bajo la lluvia en un coche conducido por el propio don Felipe. Muy sonrientes, han saludado a la gente que se ha congregado frente a la Seu y alrededores para ver a la Familia Real.
La Misa de Pascua es una tradición que viene siendo el broche de oro a las vacaciones de Semana Santa de la Familia Real, ahora un tanto desperdigada después de distintos desencuentros.
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Pero doña Sofía llevaba en la isla toda la semana, y hubiera sido muy comentada una ausencia junto a su nuera después de la sonada bronca del año pasado. Lo cierto es que Letizia y su suegra han coincidido de nuevo en el templo mallorquín.
También hemos tenido la oportunidad de ver de nuevo a la princesa Leonor y su hermana la infanta Sofía. Su madre, la Reina, que llegó protegiéndose de la lluvia con un paraguas, ha elegido esta vez un vestido camisero de Massimo Dutti con estampado floral y cinturón.
Doña Sofía prefirió un traje de chaqueta color crema. La princesa Leonor vistió abrigo del mimso color que su abuela pero con vestido azul claro. La infanta Sofía llevaba el abrigo azul marino en la mano y pantalón tobillero a juego.
Antes de hacer su entrada a la catedral palmesana, la Familia Real fue recibida por el obispo de Mallorca, monseñor Sebastiá Taltavull y por la delagada del Gobierno, Rosario Sánchez. Tanto la princesa de Asturias como su hermana la infanta conversaron con el prelado. En el interior de la iglesia, a primera en sentarse fue doña Sofía, a su lado de sitúaron sus nietas, y después Letizia y el Rey.
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