
Pablo Iglesias e Irene Montero denunciaron el pasado mes de octubre que la cámara de vigilancia situada en su chalé de Galapagar había sido hackeada. Las imágenes captadas por el dispositivo de seguridad se podían ver en tiempo real en una página web de acceso libre, como si del reality Gran Hermano (que 'vigila' 24 horas a los concursantes recluidos en una casa) se tratase.
El líder de Podemos y su pareja y madre de sus dos hijos (con otro en camino) recibió las imágenes de su casa a través de esa web por parte de un emisario anónimo y, tras comprobar la veracidad de los hechos, emitió una denuncia al Ministerio del Interior, tal y como relata El País.
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La Guardia Civil reinició la cámara de vigilancia e instaló nuevos dispositivos de seguridad para evitar que pudiera ser pirateada de nuevo. La investigación sobre el origen del hackeo que llevó a cabo la Guardia Civil condujo a los agentes hasta un servidor en Singapur, pero no pudieron identificar a los autores.
No es la primera vez que tanto Pablo Iglesias como su partido son víctimas del espionaje. Desde que se fundara en 2014, ha sufrido hasta cinco episodios de estos, casi todos tratando de probar la supuesta financiación ilegal de la formación morada.
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Recordemos que Pablo Iglesias e Irene Montero se instalaron en su vivienda familiar, un chalé en Galapagar valorado en más de 600.000 euros, en mayo, dos meses antes de que nacieran sus mellizos Leo y Manuel, prematuros. Ahora, los cuatro disfrutan de los 2.300 metros cuadrados de parcela y esperan al quinto miembro de la familia, una niña que está previsto que nazca a principios de verano.