El juzgado de Esplugas de Llobregat donde Josep Santacana solicitó el divorcio de Arantxa Sánchez Vicario, ha dictaminado la mañana de este jueves que admite la demanda del empresario y tratará el caso en esa jurisdicción. Sin embargo, la jueza no ha tenido en cuenta las pretensiones de Santacana de hacer valer las capitulaciones económicas firmadas por la pareja antes de su boda y ratificadas después, en las cuales se comprometían a que en caso de divorcio o separación, no reclamarían ninguna compensación el uno del otro. "Estamos muy satisfechos porque la sentencia no incluye los capítulos matrimoniales que solicitaba Santacana, que era nuestra pretensión. Todo lo que se refiere al patrimonio de Arantxa se discutirá en EEUU", ha dicho el abogado de la ex tenista, Ramón Tamborero, en La Vanguardia.
Una victoria en toda regla para la tenista, a punto de divorciarse de un marido al que considera infiel y que la ha llevado a la ruina. Santacana tendrá que dar cuenta de cómo invirtió, administró y gastó (o malgastó) la fortuna de su esposa, después de que Arantxa le diera plenos poderes sobre su cuantioso patrimonio en Estados Unidos. Para el tribunal de Miami que trata a su vez la demanda de divorcio presentada por Arantxa es una excelente noticia, ya que la ex tenista pide a los jueces americanos que investiguen a dónde han ido a parar los 34 millones de euros que ella aportó a este matrimonio.
"La pretensión de Santacana de reconocer las capitulaciones era cerrar el paso a ulteriores acciones en Miami. Esas capitulaciones, en resumen, recogían que ninguno de los cónyuges exigiría nada al otro en caso de divorcio. Esta sentencia abre la vía a discutir, en EE.UU, qué ha pasado con ese patrimonio que, presuntamente, ha desaparecido", ha explicado el letrado de Arantxa, Ramón Tamborero.
Tal como establece el auto al que ha tenido acceso este portal, se trata de un revés para Santacana y un respiro para su todavía esposa, ya que ahora el tribunal de Esplugas debe examinar los trámites para dictar sentencia definitiva de divorcio.
Josep Santacana pidió divorciarse de su esposa en Miami pero poco después retiró la demanda, ya que las leyes de Florida son muy estrictas a la hora de examinar cuentas corrientes y transacciones financieras de los cónyuges, algo que no le convenía en absoluto, de ahí que lo hiciera en Cataluña, donde había firmado esas capitulaciones matrimoniales que le libraban de pagar ni un céntimo a la tenista, pero que la jueza no ha tenido en cuenta, como pedía el abogado de Arantxa, Ramón Tamborero.
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La defensa de Santacana confiaba que la disolución del matrimonio a nivel financiero se rigiera por las capitulaciones firmadas el año de su casamiento, en las que ambos renunciaban "expresa, libre, espontánea y voluntariamente a los derechos que pudieran corresponderles por razón de pensión compensatoria o compensación económica", algo que hubiera beneficiado a su cliente.
Finalmente, no ha sido así. El juzgado de Barcelona ha fallado a favor de él en cuanto al divorcio pero no tratará las capitulaciones económicas a las que se agarraba Santacana, por lo que será el juzgado de Florida quien revise la situación económica de ambos y decida cuál es el reparto más justo de sus posesiones.