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Véronique, la mujer de Zinedine Zidane que dicta los pasos del entrenador

Con una impecable carrera futbolística y una fortuna de 120 millones de euros, Zinedine Zidane (50) abandona su retiro dorado para volver a capitanear el Real Madrid tras los últimos fracasos de Solari. El entrenador francés regresa a España y lo hace con su mujer, que según algunas fuentes, es la que toma las decisiones en casa.

"Quiero tener a Zidane, pero su mujer es la que manda. El problema es ella y yo no puedo hacer nada al respecto. Zidane está bajo el control de su esposa". Lo dijo Giovanni Agnelli, expresidente de la Juventus de Turín, al diario italiano La Stampa en 1999, cuando el Real Madrid fichó al jugador francés. Veinte años después, las decisiones de Zinedine Zidane siguen pasando por la bendición de Veronique (49), su esposa y madre de sus cuatro hijos.

Se casaron en 1994 y desde entonces no se han separado. Veronique acompaña a Zidane en sus viajes y por supuesto veranean juntos: les gusta la montaña, aunque suelen pasar por Ibiza y por Almería, por El Chive, el pueblo de los padres de Veronique. Se conocieron en 1989, en una discoteca de París. Les presentó un amigo común. Ella tenía solo 19 años: "Entre nosotros fue amor a primera vista, supe que era el hombre de mi vida y el padre de mis hijos", dijo ella en una de las pocas entrevistas que ha dado.

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La mujer de Zidane es hija de Antonio Fernández Lentisco y Ana Ramírez Martínez, emigrantes de El Chive, una barriada del municipio almeriense de Lubrín, que pusieron rumbo a Francia. Se instalaron en Rodez, Aveyron, situado en el sur del país, en la región de Occitania. Los principios en Francia no fueron fáciles. Pasaron hambre. Allí nacieron Véronique y su hermana Sandrina.

Ella estudió danza clásica y baile moderno, su verdadera pasión, pero lo dejó todo para ir con Zidane a Cannes y después a Burdeos: "Yo siempre he seguido sus pantalones en todos estos años y he sido muy feliz de hacerlo. Valió la pena abandonar la danza clásica por él", declaró en una entrevista concedida a La Stampa. De allí a la Juve, a Turín, donde Zinedine se convirtió en gran estrella. Fue entonces cuando Florentino Pérez le echó el ojo y logró que dejara Italia por amor a Véronique y por vestirse blanco. Para este descendiente de emigrantes argelinos, los suyos son lo principal: "La familia es lo primero para mí".

Los que le conocen aseguran que es "un hombre muy familiar". Veronique y Zidane tienen cuatro hijos: Enzo (23), Luca (20), Theo (16) y Elyaz (13). Son su pequeño equipo de fútbol, porque todos ellos juegan. Los cuatro han estudiado en el Liceo Francés de Madrid, cerca de su casa en el barrio de Conde Orgaz. El ex futbolista dimitió como entrenador del club merengue el pasado 31 de mayo, pero este lunes se ha anunciado su vuelta. Y la de Veronique, claro, que vuelve a ser la Primera Dama del vestuario blanco.

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