Hatice Cengiz, mujer del periodista asesinado Jamal Khashoggi, rompe su silencio para hablar sobre aquel fatídico 2 de octubre de 2018 en el que su esposo perdió la vida tras despedirse de ella con un "espérame, no tardaré mucho", antes de acceder al consulado de Arabia Saudita en Estambul. Allí le descuartizaron vivo y disolvieron sus restos con con una sustancia química, según desveló un asesor del Gobierno de Turquía, Yasin Aktay.
"Él no sabía que estaba amenazado", dice la mujer del periodista al medio Paris Match desde el hotel Four Seasons de Estambul. "Lo que temía, sin embargo, era que si iba al consulado, le confiscarían su pasaporte. Para un periodista, es muy valioso. También podrían haber intentado enviarlo de vuelta a Arabia, pero era poco probable porque habría necesitado el acuerdo de las autoridades turcas", añade.

Hatice ha rememorado los pasos previos a la entrada de Khashoggi en el edificio en el que le arrebataron la vida: "Encontramos la dirección del consulado saudí y tomamos un taxi. Allí, no se me permitió regresar. A él le recibieron calurosamente. Estaban felices de verlo (...) Una hora después, comencé a preocuparme. Pero pensé que tal vez él estaba hablando con ellos... ¡Se le veía tan feliz!", cuenta Cengiz, quien vive bajo vigilancia permanente y sale a la calle con guardaespaldas.
Hasta el momento son muchas las incógnitas que rodean a este asesinato, si bien es cierto que Estados Unidos apunta como principal sospechoso al príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salman, al que han pedido que reconozca el asesinato en varias ocasiones. Por el momento, nadie ha tomado medidas ni contra el príncipe ni contra Saud al-Qahtani, su asesor y del que se dice que preparó el crimen.
