Decir que a sus 32 años ha sentado la cabeza suena a chiste dada la trayectoria del que sin duda es el mejor deportista español de todos los tiempos. Pero Rafa Nadal anuncia que se casa con su novia de toda la vida, Xisca, con quien lleva casi tres lustros compartiendo no solo sus magníficos triunfos si nos sus penas, como la del domingo pasado, en Melbourne, donde perdió la final del Australian Open contra su bestia negra, Djokovic.
OVACIÓN para @RafaelNadal en la ceremonia de entrega de trofeos ????
— Eurosport.es (@Eurosport_ES) 27 de enero de 2019
????? Elogios para @DjokerNole
?????Emoción al referirse a su equipo
????? "Prometo seguir dando lo mejor para seguir mejorando"
¡¡Nosotros estamos orgullosos de ti!! Ayer, hoy y siempre, #VamosRafa ???????????? pic.twitter.com/a5h12l9bU2
El balear reconoció la superioridad del serbio, comentando que su rival había sido "un tenista que fue mejor que yo", a la vez que lanzaba un aviso sobre la posibilidad de levantar otra vez el titulo en Melbourne. "Aunque hoy no haya podido ser mi noche y no haya podido ganar, estoy feliz de estar donde estoy". No es para menos: el premio por perder ronda el medio millón de dólares, una pizca más para su fortuna.
Rafa Nadal es un gran deportista, eso lo sabe todo el mundo, pero también un enorme empresario que ha sabido llevar sus fabulosas ganancias por el camino adecuado. El último yate que se compró hace tres años le costó tres millones de euros, un pequeño capricho para él.
El inmenso entramado empresarial que rodea a Rafa Nadal no está por encima de sus logros deportivos pero puede decirse que ha sabido invertir. Aparte de su conocida generosidad, como cuando donó un millón a los damnificados de su tierra, tiene patrocinios como los tres millones de euros que le paga Mapfre, una marca más en su colección, como Sabadell, Kia, Babolat, Ron Bacardí o los relojes de super lujo Richard Mille. También es un excelente "vendedor" de calzoncillos: fue imagen de los gayumbos de Armani y ahora lo es de los de Tommy Hilfiger. Pero su ilusión nunca ha sido el dinero. El deporte, los buenos principios y el amor son sus grandes valores: y quiere llevarlos toda la vida junto a él, como a la mujer con la que se casará el próximo otoño, Xisca.

La marcha deportiva de Rafa no influye en su rentable y codiciada imagen publicitaria: en 2015, uno de los años más grises de Rafa en su carrera tenística, los coreanos de Kia prolongaron cinco años el contrato que les vincula con el mallorquín. El presidente de la marca automovilística en España, Kyung Hyeon Kim, acompañado del director general Emilio Herrera, renovó el compromiso después de una década de convenio. Aunque los resultados deportivos no acompañaban al jugador, Herrera se mostró convencido del éxito de la operación: "El apoyo y la imagen del deportista influye en el actual crecimiento de la marca. Hemos crecido el triple que el mercado y seguro que Rafa ha contribuido en esta evolución".
El presente del ex número uno es su familia, su prometida, el tenis y son sus compromisos publicitarios y sus múltiples inversiones. Es socio de Cristiano Ronaldo en uno de sus restaurantes favoritos. El grupo hostelero Tatel, encabezado por Abel Matutes y Manuel Campo y en el que también participan, además de Rafa, Pau Gasol, y el cantante Enrique Iglesias.
Nadal es un deportista de primera fila mundial pero también es un hombre de empresa que ha puesto en manos de dos familiares sus dos vidas: en las de Sebastián, su padre, la empresarial, y durante un tiempo en las del tío Toni, la tenística, ahora en manos de Carlos Moyá.
Hace más de un trece años que es figura mundial del tenis. Sus ingresos en el circuito dependen de sus victorias, de sus títulos, y desde que se instaló en la élite sus ganancias en el circuito están por encima de los 60 millones de euros. Solo por cada uno de los Roland Garros que ha ganado, ha recibido millón y medio de euros. En su haber hay 14 Grand Slam. Su tenis ha sido una fuente inagotable de ingresos que, pese a las interrupciones provocadas por las lesiones, no ha dejado de producir beneficios.
Según ascendía en el escalafón de la ATP, su cotización comercial se multiplicaba. Aunque hoy ocupa el segundo puesto de la clasificación mundial, sigue siendo una magnífica rampa de lanzamiento con patrocinadores fieles y buenos pagadores. Mapfre, por ejemplo, le abona anualmente tres millones de euros, y por encima de uno y medio (cada uno) suman Kia, Nike, Babolat, Ron Bacardí y Richard Mille, esa marca de relojes que exhibe Rafa en cada torneo que disputa y cuyo precio oscila entre los 300.000 y los 600.000 euros. Pero hay más: Islas Baleares, Lanvin, L'Oreal... Y es su padre, Sebastián, quien aparece en no menos de 60 sociedades limitadas.
Con Debamina, que, como Aspemir, está dedicada al fomento, la promoción y participación en otras sociedades, mantuvo el domicilio fiscal en el País Vasco porque pagaba menos impuestos. En Debamina tiene como socio a Julen Lopetegui, ex seleccionador y ex entrenador del Real Madrid; pero hace ya tiempo, y sobre todo desde que Bildu entró en las instituciones vascas, que regresó a Baleares, donde cotiza. Y arrastró con él Goramendi Siglo XXI, la empresa que lleva su imagen. A Debamina, precisamente, cedió la explotación de su imagen a cambio de más de seis millones de euros, que se le abonarán anualmente (180.000 euros al año) a su cuenta desde este año 2016 y hasta 2050, cuando cumpla 64, según publicó Interviú en 2008.
La imagen de Rafa Nadal es tan agradecida y gigantesca que al poner en marcha su Fundación, que preside Ana María Parera, su madre, no ha tardado en encontrar colaboradores, algunos recién llegados y otros, inseparables: United Postcode Lotteries, Drasanvi, Kia, Nestlé, Richard Mille, Amiral Gestion y Babolat. Con Movistar ha organizado su academia y con "su" compañía de seguros ha montado el Tour Mapfre para recaudar fondos para su fundación y ofrecer una educación a niños desfavorecidos y en riesgo de exclusión. Además, con el Rafa Nadal Tour by Mapfre celebra un torneo juvenil de los más importantes de España que patrocinan, entre otros, Coca Cola, Playstation, Fyord, I-consports, Sportters y PortAventura.
Ha roto con IMG y de la mano de su amigo Carlos Costa empezó a controlar también sus derechos de imagen y a representar a otros deportistas. Con el crecimiento, la diversificación alcanza a la creación de una SICAV -Growth Inversions, con Nadal Homer- y la apuesta por la energía eléctrica, fotovoltáica y eólica. Al abrirse a nuevos horizontes, no ha renunciado a las inversiones tradicionales en el mercado inmobiliario: vivienda, hoteles -en Cozumel, una isla de México, tiene un hotel para famosos, y en República Dominicana-.
Rafa lo tiene todo tan bien organizado que su ocupación exclusiva es el tenis; para todo lo demás ha delegado y es Sebastián, su padre, la cabeza rectora de un numeroso grupo de profesionales que vela por los intereses del mejor deportista español de todos los tiempos, que no olvida que es humano y mira al futuro con perspectiva: "Cuando termine de jugar al tenis no creo que me quede en Mallorca tranquilo. Me gusta tener motivaciones y vivir experiencias, y la Academia Rafa Nadal es una parte importante de mi futuro. Está a cinco minutos de mi casa y eso hace que esté completamente implicado, pero no quiero pararme allí. El tenis es parte importante de mi vida, pero hay muchas otras cosas. Soy muy feliz jugando a tenis y también lo voy a ser fuera del tenis viviendo otras cosas". Palabra de Nadal, tenista de 32 años, por ahora, y empresario... ¿En ciernes?





