El príncipe Guillermo (36) y su mujer, Kate Middleton (37), han acudido esta semana a dos actos en los que han hablado a corazón abierto sobre los problemas mentales y las dificultades que han superado en sus primeras tres décadas de vida: "Pedí ayuda psicológica porque me sentía triste y deprimido", dijo el hermano de Harry.
Guillermo se sinceró en el Foro Económico Mundial de Davos, donde recordó los duros momentos que vivió como piloto de helicóptero de emergencias: "Hubo niños entre las víctimas que atendí y todavía me resulta muy difícil hablar de ello. Es algo con lo que me emociono mucho, porque está estrechamente relacionado con mis hijos y es muy duro hablar del tema". El príncipe contó que tuvo que solicitar ayuda para sobrellevar su trabajo: "Me sentía triste y deprimido por esas familias. Podía haberme escondido debajo de mi concha un poco más, pensando 'puedo manejar esto yo solo'. Pero entonces, más adelante, el problema se habría manifestado de manera mucho peor. Deberíamos hablar de ello y acabar con el estigma".
Dos días antes, la duquesa de Cambridge visitó un centro de ayuda telefónica a madres de Reino Unido y charló con algunas de las voluntarias sobre el lado más complicado de la maternidad: "Es muy difícil, muy duro. Como madre, recibes mucho apoyo al principio, pero eso desaparece después del primer año y lo único que te queda es leer libros. Es una lucha que tenemos todas".
No era la primera vez que Kate Middleton, madre de tres hijos (Jorge, Carlota y Luis) hablaba sobre lo complicado que es la maternidad: "Creo que nada puede prepararte realmente para esta difícil y abrumadora experiencia que significa convertirte en madre. Es una compleja mezcla de alegría, agotamiento, amor y preocupación. Es como si tu identidad cambiara de la noche a la mañana, una experiencia sin duda maravillosa y gratificante. Y pedir ayuda no debería ser considerado un signo de debilidad", dijo en 2017.