Más allá de las explicaciones que los expertos dan sobre el devenir de los mercados, lo cierto es que el Ibex no se ha portado bien con sus principales cotizadas en 2018. La guerra EEUU - China y los aranceles, el Brexit, Turquía, México, Italia o el Tribunal Supremo son solo algunos de los asuntos que han lastrado a las empresas, que en teoría tenían que tirar del carro del selectivo español.
Sus pérdidas, como es lógico, también han llegado a los máximos accionistas de las compañías más reputadas del Ibex 35, como pueden ser Telefónica, Inditex, o Banco Santander, que han visto cómo las acciones en cartera de sus propias empresas se han depreciado paulatinamente. Son solo tres ejemplo, pero muy representantivos, para ilustrar el año que invertimos peligrosamente. Veremos el 2019. La realidad es que presidentes como Álvarez-Pallete, Ana Botín o el máximo accionsita de Inditex se han dejado este año en el Ibex 35 una millonada. Aunque unos más que otros.
Álvarez-Pallete
Hace solo un año, el presidente de Telefónica anunció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que compraba un total de 121.000 acciones a un precio de 8,23 euros (este jueves anda por los 7,5 euros). Álvarez-Pallete tiraba de su propio bolsillo tras comprar acciones por un valor de un millón de euros para ampliar su participación en la operadora hasta el 0,032% del capital. Un año antes, el sucesor de César Alierta, al mando de la operadora desde la primavera de 2016, ya compró 615.298 títulos. En la actualidad, Álvarez-Pallete tiene 5,19 millones de acciones en Telefónica y eleva su participación al 0,032% del capital total de la empresa. A principios de enero, los títulos de la compañía que pilota costaban unos 42 millones de euros. Hoy, José María Álvarez Pallete tiene casi cuatro millones de euros menos en valor de acciones de Telefónica.

Ana Botín
Hay disgustos más grandes. Fue hacia la segunda semana de diciembre del pasado 2018 cuando la presidenta del Banco Santander se gastó alrededor de 1,2 millones de euros en 320.000 acciones del grupo. Lo hizo tras la caída del valor de la entidad financiera. Ahora, el paquete accionarial de la máxima responsable de la entidad se eleva hasta los 21 millones de títulos, con un valor de mercado que rebasa por poco los 84 millones. Hay que decir que, en febrero de 2016, hace ya casi tres años, compró 100.000 acciones a 3,5 euros cada una e invirtió 350.000 euros. Pero de los 6 euros que llegaron a pagarse por cada acción del Santander en lo mejor de 2018, a los 4 de este jueves, hablamos de más de 40 millones de euros menos. Lo de Pallete y lo de Ana Botín no es nada si lo comparamos con el máximo accionista de la principal cotizada en del parqué español por su capitalización.

Amancio Ortega
Dicen que la boda de Marta Ortega, la hija de Amancio, costó más o menos 20 millones de euros. Una ganga si tenemos en cuenta que fueron tres días de fiesta en los que, por ejemplo, se trajeron para que cantaran a Chris Martin, Norah Jones y Jamie Cullum. Pero pagarle 72 horas de celebraciones, sin privarse de ningún capricho, a su querida hija, su yerno y sus 400 invitados no ha sido el peor dispendio del máximo accionista de Inditex, ni de lejos, si lo comparamos con los 11.000 millones de euros de diferencia entre lo que valía su fabulosa participación hace un año y lo que cuesta hoy. Para el gigante textil (y por tanto para sus accionistas), 2018 fue el año de los sobresaltos, al menos sobre el parqué. Los profit warnings propios o los de otras empresas del retail, el acechante avance de Amazon, los márgenes... Inditex se ha dejado casi una cuarta parte de su inmenso valor en el Ibex 35 y sus títulos cotizan por debajo de los 23 euros, cuando a principio de 2018 se situaba al borde de los 29 euros, y llegaron meses antes mucho más arriba. El fundador de la textil posee de un modo u otro el 59% de la compañía. Sus 1.838 millones de acciones cuestan unos 11.000 millones de euros menos. Vaya boda.