Este año la Nochebuena en el palacio de la Zarzuela recupera a invitados de años anteriores. En fin, no todos. En diciembre de 2007, un mes después de anunciar "el cese temporal de la convivencia" entre los duques de Lugo, Jaime de Marichalar fue el gran ausente de la cena navideña de la Familia Real. La separación de la infanta Elena y su marido no sólo no era temporal. Fue una ruptura tensa e irreversible.
Sin embargo, los (entonces) duques de Palma siguieron siendo los invitados de don Juan Carlos y doña Sofía, hasta que, en 2011, Urdangarín fue considerado persona non grata en la Primera Familia de España por su "conducta poco ejemplar", según declaró públicamente el entonces Jefe de la Casa Rafael Spottorno, procesado y condenado años después por el uso (poco ejemplar) de las tarjetas black de Caja Madrid, entidad en la que era consejero.
La infanta Cristina reaccionó haciendo causa común con su marido y a partir de entonces pasó la Navidad con sus hijos y su campeón olímpico de balonmano en casa de sus suegros, en Vitoria, sin apenas pisar Zarzuela y sin trato alguno con don Felipe y Letizia.
Pero las cosas han cambiado. La infanta Cristina nunca ha dejado de contar con el apoyo de su madre, que visitaba a su hija en el exilio del matrimonio cuando vivían en Washington primero y en Ginebra después. Y en noviembre de 2017 fue el rey don Juan Carlos quien abrazó en público a su hija en el funeral por la infanta doña Alicia de Borbón Parma en la capilla del Palacio Real. Doña Alicia era tía del monarca, y sus nietos, íntimos amigos de las infantas.
Se había bajado la bandera del acercamiento de Cristina a la Familia Real, que era ya un hecho. La infanta estuvo en Zarzuela el 2 de noviembre, donde doña Sofía celebró su 80 cumpleaños con algunos amigos y la familia al completo, doña Letizia incluida. Pocos días después, don Juan Carlos quiso que fuera su hija menor quien le acompañara a la Fórmula 1 que se celebraba en Abu Dabi.
Cristina y sus hijos regresan a casa por Navidad. Y no sólo porque las puertas de Zarzuela vuelven a estar abiertas para ellos. Madrid está cerca de Brieva, la prisión de Ávila en la que permanece encarcelado Iñaki Urdangarín desde junio. Desde que informamos en primicia de la primera visita de su esposa, a principios del pasado verano, la infanta viaja a menudo al centro penitenciario, tantas veces como el reglamento penitenciario se lo permite, alternando con la madre y los hermanos de su marido. Esta Navidad, mientras están en Madrid, Cristina y sus hijos irán a la prisión de Brieva para dar ánimos y cariño al recluso. En el módulo que ocupa Urdangarín, hay dos funcionarios con los que apenas cruza palabra. Es la Nochebuena más triste que el yerno del rey Juan Carlos habría imaginado nunca. Puede que en la Navidad de 2019 Iñaki Urdangarín disfrute de su primer permiso penitenciario. Nadie sabe al cien por cien qué ocurrirá para entonces.
El día 25, los reyes don Juan Carlos y doña Sofía recibirán como siempre para un almuerzo navideño a toda la extensa familia del Rey, incluidos primos lejanos. A Cristina y sus hijos les espera la familia Urdangarín en Vitoria, con Iñaki en el pensamiento de todos.