Tres días después de darle el último adiós a su padre, Miguel Ángel Silvestre (36) ha asistido a la inauguración de la nueva tienda de Porcelanosa en Castellón, un compromiso que había adquirido hace tiempo: "Mi padre me presentó a la familia Colonques. Él era una persona que le daba mucha importancia al compromiso y a la palabra. Sé que sería el primero que querría que yo hoy estuviera aquí celebrando la vida, porque la vida continúa", dijo.
Aún emocionado, Silvestre quiso desmentir que el fallecimiento de su progenitor le pillase al otro lado del charco, tal y como se publicó: "Yo sí que estaba aquí cuando falleció mi padre. Yo llegué el jueves pasado, el día que mi padre ingresó en el hospital, y doy gracias a la vida por haber podido estar con mi padre en el último momento. Tuve la suerte y privilegio que supone poder estar a su lado en su despedida, apoyándole a él y a mi familia", dijo a la revista Hola.
Con su familia pasará estas Navidades que, obviamente, serán tristes para él: "Pasaremos las Navidades en familia, recordando los buenos momentos, como un verano en el que le desperté a las dos de la madrugada porque mi novia se había enamorado de otra persona, y mi padre me dedicó un paseo por la playa hasta las siete y treinta y cinco. Nunca me pidió nada a cambio a pesar de haberme gastado casi todo su dinero en querer ser jugador de tenis". Silvestre siempre ha estado muy unido y agradecido a su padre: "El esfuerzo y la generosidad de un padre han sido en mi caso, mi mayor lotería. Se ha ido muy joven pero yo me siento muy afortunado de haber tenido 36 años de un padre tan generoso, tan cariñoso, y que me ha querido dar siempre una educación e inculcar unos valores. Ha sido una gran inspiración ".
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