Máxima de Holanda se convirtió en la gran protagonista de la cena que ella y su marido, el rey Guillermo Alejandro, celebraron este lunes en honor al presidente de Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, y su mujer, Lígia Fonseca, en el Palacio Real de Ámsterdam. La reina holandesa deslumbró con un look que dejaba todo el protagonismo a sus innumerables diamantes.
Entre todos los diamantes que lucía Máxima destacaba un espectacular broche que lució por última vez la reina Juliana en 1980. La joya fue un regaló del pueblo holandés a la reina Emma por su matrimonio con el rey Guillermo III en 1879. Es desmontable y fue confeccionada con 214 diamantes de talla brillante, tres pendientes de diamantes con talla de pera, y un gigantesco diamante central de 30 kilates. La reina nunca había lucido el broche completo.
La mujer de Guillermo Alejandro acompañó el magnífico broche con la tiara bandeau, formada por una hilera de diamantes rosas. La diadema fue idea de la reina Guillermina, que mandó realizarla con algunos diamantes propiedad de su madre, la reina Emma. Por si fueran pocas joyas, completaba su estilismo con unos pendientes, también de diamantes.
Los diamantes de Máxima restaban protagonismo a su elegante vestido de color rojizo, diseñado por Claes Iversen, con escote asimétrico, incrustaciones joya y cintura marcada.