La sangre hierve a los 18 años aunque sea azul, tal y como nos demuestran la historia y el sentido común. Victoria Federica de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, segunda hija de la infanta Elena de Borbón y Grecia y Jaime de Marichalar y Sáenz de Tejada, tiene el fluido sanguíneo tan azul como la noche y cumplió su mayoría de edad el pasado 9 de noviembre. Desde entonces, vive la vida loca cuando le dejan.
Como a cualquier persona de su edad, a la hermana de Froilán la noche la confunde, y sobre todo le divierte, por utilizar la expresión que acuñó aquel cubano llamado Dinio que fue pareja de la fallecida Marujita Díaz. La Noche es el nombre del local de la calle Orense de Madrid donde Victoria Federica lo pasó en grande el pasado miércoles 5 de diciembre, mientras su tío Felipe y su tía Letizia acudían al concierto por el 40 aniversario de la Constitución.
A solo 2,2 kilómetros y siete minutos en coche del Auditorio Nacional de Madrid en el que la Reina lució el escote más comentado, su sobrina ejercía de adolescente en la discoteca La Nuit (Orense, 10), un local que los jóvenes madrileños de entre 18 y veintitantos años conocen bien, una referencia del ocio capitalino que algunos usuarios se atreven a describir así: "Mi querida Nuit, la discoteca con la que todo el mundo tiene una relación de amor-odio. La discoteca comodín, siempre va a estar ahí cuando la necesites".
Dice alguna cliente habitual (19 años) que una noche en la Nuit "puede llegar a ser de las que no olvidas nunca, o por el contrario puede ser de las que quieres olvidar. Donde un día solo suenan temazos y otro día suena música basura. Donde un día sólo hay críos y otro día hay sólo treintañeros". Otros dicen sencillamente que el garito se te pegan los pies al suelo cuando quieres bailar.
Pero la mejor reseña que hemos encontrado es ésta que nos recuerda a Forrest Gump: "La Nuit es como una bolsa de caramelos de distintos sabores. Es arriesgado comértelos porque no sabes lo que te va a tocar". Lo que le tocó a Victoria Federica fue beber ron con Coca-cola y bailar. Testigos presenciales aseguran que lo pasó en grande y que no escatimó con las copas, pagadas a diez euros la unidad, "como cada hijo de vecino", nos dice un cliente que compartió noche y baile con nuestra joven borbona bailona. "Debió divertirse por lo que vimos porque lo dio todo", nos aseguran.
Ese miércoles, los Reyes abandonaron el Auditorio Nacional a una hora prudente. Al día siguiente, la cara A de la Familia Real tenía un cita importante y hasta histórica en el Congreso de los diputados en el homenaje a la Constitución en su 40 aniversario. Felipe VI, Letizia, la reina Sofía y don Juan Carlos, acompañados la princesa de Asturias y la infanta Sofía, compartieron besamanos y aplausos en el Congreso de los Diputados, adonde llegaron sobre las 12 del mediodía.
A esa hora del jueves es probable que Victoria Federica estuviera durmiendo. Y tenemos razones para pensarlo. "No te puedo decir a qué hora se marchó Victoria pero desde luego a las cuatro y media de la mañana estaba en la discoteca porque nosotros nos fuimos a esa hora y se quedó", afirma nuestra fuente. "Iba en plan de amigas yo creo. Vi chicos con su grupo pero no creo que estuviera el torero ese con el que la sacaron besándose", nos cuentan en referencia a Gonzalo Caballero.
Preguntado por cómo iba de contenta, nuestro testigo sonríe y nos explica que "iba trifásica". No pudimos descifrar el significado exacto del epíteto elegido por nuestro interlocutor para describir el estado de ánimo de Victoria Federica y la definición de la Real Academia no nos aporta gran cosa: trifásica quiere decir que tiene tres corrientes eléctricas alternas iguales, procedentes del mismo generador. Vamos, que lo pasó de miedo, una noche para recordar o para olvidar. Ella sabrá.


