La mala relación entre Meghan Markle (37) y Kate Middleton (36) ya es insostenible y la tensión entre ellas llevó a la duquesa de Cambridge a tomar una decisión radical: rechazar la invitación de Isabel II para disfrutar de las Navidades en Sandringham y pasar estas fechas con los Middleton, tal y como confirmó su madre, Carole. La idea no ha gustado tanto a la reina, que ha ordenado a las dos cuñadas en su residencia para cumplir con la tradición: los Windsor no se separan en Navidad.
De cara al público las duquesas muestran una relación idílica, pero medios británicos como Telegraph y Daily Mail aseguran que son falsas apariencias. La esposa de Guillermo no soporta los aires de superioridad de su cuñada, de quien aseguran que tiene mucho carácter de puertas para adentro, y algunas de las discusiones entre Meghan y Kate ya han acabado en lágrimas.
La relación entre ellas es tan complicada que incluso habrían decidido pasar las Navidades por separado. Fue la propia madre de Kate Middleton, Carole, la que confirmó hace unos días que su hija, su yerno y sus nietos pasarían las vacaciones con ellos, pero Isabel II no está dispuesta a permitirlo. Harta de los rumores y los desencuentros entre ellas, la reina ha convocado a sus nietos y sus esposas en Sandringham para cumplir con la tradición y la invitación no admite rechazos. Según Daily Mail, la monarca piensa cantarle las cuarenta a las cuñadas: "Hay tensiones entre ambas detrás de las cámaras", ha dicho alguien de Buckingham Palace.
Kate no sólo tendrá que lidiar con la presencia de Meghan en Sandringham sino también con la de su madre, Doria Ragland, invitada también por la reina.
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