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"Juan Carlos I es mi padre": habla la mujer que reclama la paternidad del rey emérito

María A. L. A., una comercial catalana de 54 años, salta este viernes a los medios para reclamar la paternidad del rey Juan Carlos. La misteriosa mujer asegura que tiene pruebas que lo demuestran y deja claro que va a luchar por ser reconocida como su hija: "Voy a luchar por lo que es mío. En su día tuve el anhelo de conocerlo. Pero ahora ya no. Ahora solo quiero lo que me corresponde", dice a El Español.

La supuesta hija del emérito está en una situación desesperada: tiene dos hijos y una enfermedad que no le permite trabajar en estos momentos. Por ello, tras una primera intentona que no salió como esperaba, acudirá de nuevo a la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita de Madrid a fin de solicitar un nuevo letrado que esté autorizado a llegar hasta el Supremo.

"Cobro 460 euros al mes, tengo la invalidez del 68% y no puedo pagar otro piso. Si a los Borbones los está manteniendo España, ¿por qué ellos no mantienen a sus hijos? O que lo haga el Estado o que lo haga mi padre", declara sin pelos en la lengua. María desvela las pruebas que tiene para demostrar su filiación: "Fotografías, cuadros, varios regalos que me hizo, además de lo que me contaba mi madre y todos los recuerdos que me han ido aflorando en los últimos años".

Uno de sus recuerdos la lleva a 1966, cuando vio a don Juan Carlos por segunda y última vez: "Me llamó la atención lo grande que era aquel hombre. Sus piernas sobresalían de la butaca. Me trajo una muñeca con su vestidito, de esas que no teníamos las niñas de mi edad. Y mi madre no quiso que me la quedara porque llamaba mucho la atención", recuerda.

Su madre, con quien no mantenía una "fluida relación", le confesó la verdad: "Durante años, siendo yo pequeña, escuchaba a mi madre decir una y otra vez que yo había nacido rica y que se me había torcido el camino. '¿No te gustaría vivir en un palacio? Allí te pagarían los estudios…'. Un día Juan Carlos estaba en la televisión, mi madre me miró y asintió. Me confirmó que era mi padre y a mí me temblaron las rodillas. Pero la mente suele bloquear los episodios traumáticos y con el tiempo olvidé estas conversaciones. Hasta que la vi a ella hace ahora cuatro años", dice en referencia a Ingrid Sartiau (52), la mujer belga que desde hace unos años intenta demostrar que el rey emérito es también su progenitor.

El testimonio de Ingrid despertó sentimientos en María, quien por fin recordó los regalos que le hizo don Juan Carlos en su niñez: "Me vinieron a la memoria los regalos: un balancín muy caro, una bici BH, un cochecito, aquella muñeca… y los cuadros, las fotografías y las frases de mi madre. Me quedé en shock", asegura.

María no solo se ha puesto en contracto con Ingrid, sino que también ha hablado con Albert Solá, la otra persona que dice ser hijo del marido de doña Sofía: "Albert me contó que él también había recibido una bici BH con la misma edad que yo. Hace poco me dio incluso una muestra suya de ADN por si lo necesitaba para contrastarla con la mía. Pero eso no es suficiente, porque necesito la de mi padre", explica.

En su charla con el medio, la comercial catalana desvela el origen de la relación entre don Juan Carlos y su madre. Al parecer, la clave de la historia es su abuelo materno, llamado Andrés, quien intervino de forma exitosa en la finalización de las obras del pantano de Santa Ana, en el río Noguera Ribagorzana: "Mis abuelos se trasladaron a Alfarrás. A su llegada les esperaba la Guardia Civil. Se asustaron, claro. Pero es que había llegado a oídos de Franco lo que había hecho mi abuelo y había decidido concederle la medalla del Trabajo y nombrarle miembro de su guardia de seguridad en Lérida, de cara a los viajes que realizara tanto él como Juan Carlos a esta zona".

El nuevo cargo de Andrés posibilitó los encuentros de don Juan Carlos con la madre de María, una mujer morena cuya vocación era ser artista. "Era muy divertida y alocada", cuenta María, que recuerda la fotografía del día que ella cree que se conocieron: "Es de la inauguración del pantano de Santa Ana. En aquel acto estaban el rey Juan Carlos y mi abuelo".

Por si fuera poco, María asegura que no sólo ella nació de aquella relación: "Es curioso porque yo nací quince días antes que la infanta Elena, y mi hermano, quince días antes que la infanta Cristina. Y a los dos nos pintaron un cuadro siendo bebés, algo que muy pocas personas podían pagar en ese momento en España", declara.

Por último, remata: "Entre los recuerdos que conseguí desentrañar, estaba el de una chica, que iba en silla de ruedas por culpa de la polio y que, siendo yo pequeña, mi madre me presentó como mi hermana, como otra de las hijas de Juan Carlos. Me regaló un cuadro que decía que le habían hecho llegar desde Zarzuela. Luego no volví a verla. Nunca supe qué fue de ella", sentencia.

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Comentarios 4

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jejej...y los chinitos jugando al corta y pega, cuando les saldría mas barato un crapulin coronado, que los hacen como churros y con la cesta llena de higos, envidia me dan, unos tanto y otros...a dos velas...jejej

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#1
ULF
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Un rey sin hijos naturales no es un rey, co-ño. Pero los rojos eso no lo entienden, que todos NO somos iguales, afortunadamente.

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#2
Incrédulo
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Olvídate, no vas a percibir herencia, y seguramente NO te dejarán sacar pasta saliendo en platós de TV.

Puntuación -1
#3
Usuario validado en elEconomista.es
Diábolo
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Vaya puti.ferio... por ambos lados, claro !!!!

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#4