La jueza que instruye el caso Máster no se cree la versión dada por la acusada y, una vez terminada la instrucción, ha tomado la decisión de llevar a la ex presidenta de la Comunidad de Madrid al banquillo de los acusados como posible autora de un delito de falsificación de documento público, tal y como recoge elEconomista. El varapalo supone para Cifuentes un terrible golpe, una vez había tratado de olvidar el calvario y rehacer su vida en el sector público con el apoyo de su familia. Desde el entorno de la ex presidenta aseguran que no está sorprendida por la decisión, aunque sí afectada, como es lógico. Por otra parte, un antiguo compañero de Gobierno de la ex presidenta plantea con extrañeza "la doble vara de medir" en estos asuntos "cuando a quien se juzga es un aforado y quien decide es el Tribunal Supremo".
La ex presidenta de la Comunidad de Madrid ha tratado por todos los medios de seguir adelante con su vida después del escándalo que supuso su marcha forzada de la política. El vídeo del hurto de cremas en un supermercado y la polémica del 'caso Master' acabaron con su carrera política. Poco después, renunció a su puesto como funcionaria y entró a trabajar en el sector privado, para una empresa en la que viaja mucho a París, y donde ha empezado a ejercer como experta en recursos de recursos humanos, training y comunicación.
Pero cuando empezaba a olvidar en el día a día el infierno que rompió su vida. este miércoles la lenta pero implacable justicia vuelve a señalarla y Cristina tendrá que responder por un delito de falsificación, que puede acarrear pena de cárcel.
En todo momento, Cifuentes ha cotado con el apoyo de su familia. Su hja Cristina reside en la capital francesa, ahora tan visitada por la expresidenta, debido a su trabajo en la firma de lujo Loewe. También su marido, el arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela, y su hijo Javier, hicieron piña con ella.
Cristina Cifuentes (54) pasó por uno de los peores momentos de su vida hace unos meses, cuando salió a la luz el escándalo del máster por que ahora sabemos que será procesada después de perder su condición de aforada. También el robo de unas cremas en un centro comercial supusieron para ella un parapalo y una vergüenza pública difícil de borrar. En aquel momento, decidió retirarse de la política y tomarse unos meses sabáticos. Pero parece que el descanso ha llegado a su fin.
La ex política del PP, que pidió una excedencia de dos años en la Universidad Complutense de Madrid, regresó al mundo laboral y para formar parte de la empresa de recursos humanos, training y comunicación gracias a una buena amiga.
La propia Cristina dio pistas de su trabajo en Instagram el pasado 17 de septiembre: "Comienza una nueva etapa, con nuevos proyectos y nuevas ilusiones", escribió Cifuentes junto a una imagen en la que aparecía de perfil y de espaldas, disfrutando del paisaje urbano desde el cielo de Madrid.
Once días después, la ex presidenta madrileña compartía su primera fotografía de su vida en la ciudad del Sena: "Gala de apertura de la temporada de danza 18/19. Palacio Garnier, París", decía bajo la instantánea, posando con un vestido blanco de transparencias y pedrería.