Tal vez aquella famosa escena en la que el líder de Podemos regalaba a Felipe VI los deuvedés de la serie Juego de Tronos fuera un anticipo de lo que pretende ahora el líder de Podemos: una 'boda roja' de la monarquía española, aunque sin violencia, simplemente cambiando nuestra forma de Estado por una república. Por suerte, Pablo Iglesias no propone nada parecido a la ficción de la ficción de HBO o a lo que en realidad ocurrió hace un siglo en Rusia, tras la Revolución de Febrero, cuando la familia imperial Romanov, o sea, el zar y su familia, fueron asesinados. Cien años después del exterminio, la revolución que Pablo Iglesias propone desde una tribuna en el diario El País es menos traumática pero no por ello inofensiva, al menos en este momento.
Pablo Iglesias admite que hace 40 años la Monarquía fue asumida por la mayoría de los españoles "con mayor o menor entusiasmo" como timón de la transición de la dictadura a la Democracia. Aun así, en la tribuna que firma en El País, el líder de Podemos recuerda que el Gobierno de Adolfo Suárez no quiso arriesgarse a un plebiscito para dirimir la forma de Estado, como reconoció en propio ex presidente en una entrevista concedida a la periodista Victoria Prego, para no arriesgarse a que saliera república que, al fin y al cabo, era el modelo legítimo que regía cuando el golpe de Estado de 1936 cambió por la fuerza de las armas el rumbo de nuestra historia.

No obstante, Pablo Iglesias recuerda que entonces "no se desató en España un movimiento relevante contra la monarquía" porque no se convocara el referéndum: "España tragó con el heredero de Franco a cambio de democracia", dice el diputado podemita, "y el heredero, poco a poco y con ayuda de los grandes medios, se hizo querer por amplios sectores de la ciudadanía", opina Iglesias.
El líder de la formación morada recuerda que el golpe del 23-F de 1981, "a pesar de sus claroscuros y de las dudas del papel real que jugó Juan Carlos", ayudó al rey haciendo creer a la ciudadanía que solo él podía evitar un levantamiento militar, con un ejército que por entonces era "claramente partidario del franquismo".
Pero Pablo Iglesias se pregunta en El País de este jueves si la monarquía tiene sentido 40 años después de que estrenáramos Constitución, y cuestiona la opinión de los españoles teniendo en cuenta que la Corona está "predominantemente asociada a los privilegios y la corrupción", escribe. "Que el CIS se empeñe en no preguntar por esto es muy significativo", dice el político, para quien la democracia será mejor cuando "se acceda por elecciones y no por fecundación", argumenta. "Desde el momento en que la monarquía ya no es el precio a pagar por contar con un sistema de libertades, (...) su función histórica ha perdido su sentido", afirma Pablo Iglesias.
"Que la monarquía se haya convertido en un símbolo que solo entusiasme a los sectores más conservadores mientras que incomoda a cada vez más progresistas y es rechazada abiertamente por una amplia mayoría de ciudadanos en Euskadi y Cataluña, hace que haya dejado de ser un símbolo de unidad unidad y concirdia", argumenta el diputado de Podemos.
"Si el 23-F reforzó a Juan Carlos, el 3 de octubre (discurso del Rey tras el referéndum ilegal) debilitó a Felipe VI, que no fue capaz de erigirse como símbolo del diálogo (...) sino como símbolo de la ineptitud de un gobierno incapaz de lograr una salida política a un conflicto por su ineptitud", señala en su tribuna el parlamentario podemita.
Pablo Iglesias reivindica la república como instrumento para la justicia social y como vía para "respetar y proteger la diversidad de los pueblos y gentes de España", y como protección a "figuras de autoridad inamovibles". Explica que la sociedad española "ha tenido 40 años para madurar democráticamente" y reitera que pasar de monarquía a república contribuiría a "abandonar la crispación y el enfrentamiento entre españoles". El líder de Podemos entiende que la Corona y la monarquía con "símbolos que hay que dejar atrás" porque "dividen" y que "una nueva república será la mejor garantía para una España unida sobre la base del respeto".