Después de lanzar piropos tan agradables, la reina quiso sacar su flema británica para hacer una broma sobre su avanzada edad y la de su hijo, todo un abuelo. Isabel II recordó a su madre, Isabel Bowes-Lyon, que vivió hasta los 102 años. "Mi madre me vio cumplir los 70 años, por supuesto. Es exactamente la edad en que la cantidad de velas en tu pastel finalmente supera la cantidad de aliento que tienes para apagarlas", espetó a su primogénito, todo un carcamal, 22 años más joven que su progenitora, eso sí.
La reina Isabel II puede llamar a su hijo 'viejo', en tono cariñoso, y sabe que el día que ella muera Carlos se convertirá en monarca. Pero el cariño de una madre está por encima de tan tenebroso cruce de destinos. Por eso, aunque el príncipe de Gales sea ya un abuelete, aún es para la soberana nonagenaria aquel niño que lleva desde los cuatro años siendo heredero al trono de Inglaterra. La prueba es el cariñoso homenaje que mamá le ha hecho a su 'pequeño', su "galletita", con motivo de su aniversario.
Fue la propia reina quien se encargó de organizar la cena en el palacio de Buckingham de este miércoles en honor de Carlos y a la que asistieron don Juan Carlos y doña Sofía, además de numerosos miembros de la realeza.
Isabell II, sobria en sus manifestaciones desde siempre, no escatimó esta vez en halagos para "un heredero al trono dedicado y respetado y un padre maravilloso". Sin ocultar su lógica satisfacción por estar en este mundo viendo a su primogénito soplar las 70 velas, hasta hizo bromas sobre sus edades. Después, pidió un brindis por el príncipe de Gales. Su discurso fue un rosario de buenas palabras, un auténtico regalo viniendo de una mujer mesurada en sus manifestaciones públicas. Esto fue lo que dijo:
"Es un privilegio para cualquier madre poder proponer un brindis por su hijo en su 70 cumpleaños. Significa que has vivido lo suficiente como para ver crecer a tu hijo. Es algo así como, usando una analogía, plantar un árbol y poder verlo crecer. Mi madre también me vio cumplir 70 años. Y se la escuchó observar que 70 es exactamente la edad en la que la cantidad de velas de tu pastel supera la cantidad de aliento que tienes para apagarlas.
A lo largo de sus 70 años, Felipe y yo hemos visto a Carlos convertirse en un precusor de la conservación y las artes, un gran líder caritativo, un heredero al trono dedicado y respetado, y un padre maravilloso. Sostenido por su esposa Camilla, él es un hombre apasionado y creativo. Así que este brindis es para desearle un feliz cumpleaños a mi hijo, en todos los aspectos. A ti, Carlos. Al príncipe de Gales".
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