Mucho se ha escrito sobre el favoritismo que Isabel II tiene hacia Meghan Markle, mujer de su nieto Harry, pero la relación entre ambas no siempre ha sido tan idílica. Antes de la boda entre los duques de Sussex, a la reina de Inglaterra no le gustó una de las actitudes de la ex actriz y así se lo hizo saber a Harry, protagonizando un sonado enfrentamiento con él.
Según cuenta Daily Mail, Isabel II se vio obligada a hablar con su nieto al enterarse de que Meghan estaba insistiendo en lucir durante su enlace la tiara con esmeraldas que llevó Eugenia de York en su boda. La reina se reunió con Harry y le dejó claro que la novia llevaría la tiara que eligiera la propia Isabel: "La tiara que yo le dé", dijo.
Pero éste no era el único desacuerdo entre Markle y la monarca británica, sino que la reina tampoco quería que luciese velo, argumentando que no era acorde con la situación, ya que se trataba de su segunda boda.
Finalmente, Meghan se salió con la suya y llevó velo, pero no la tiara que ella quería. Se tuvo que conformar con una joya de diamantes y platino de la colección privada de la monarca, que perteneció a la Reina Mary. Markle dijo después que se sintió "afortunada" de lucirla.
La actitud de Harry, nuevo motivo de peleas
En los días anteriores a la boda real, Isabel II también regañó a Harry por su comportamiento. El príncipe se mostró "arrogante y nervioso" con los trabajadores del palacio de Buckingham e incluso les llegó a decir: "Lo que Meghan pida, lo tendrá", una frase que le costó la reprimenda de su abuela, según asegura el escritor Robert Jobson en su nuevo libro, Charles At Seventy: Thoughts, Hopes And Dreams, que sale a la venta este viernes.