El movimiento #MeToo acaba de cumplir un año y aunque son muchas las caras conocidas, de hombres y mujeres, adheridos a la causa, Pamela Anderson (51) no es una de ellas: "Mi madre me enseñó que no debía ir a un hotel con un extraño, y que si alguien me recibe con una bata de baño en una reunión de trabajo, debe ser otra cosa. Hay cosas que son de sentido común", ha dicho.
Pamela Anderson (51) ha asegurado en el programa australiano 60 Minutes: "Creo que este feminismo puede ir demasiado lejos". Y aclaró: "Soy feminista, pero creo que esta tercera ola de feminismo es aburrida. Creo que paraliza a los hombres".
La protagonista de Los vigilantes de la playa ha sido consciente de lo incendiarias que podrían ser sus palabras: "Lo siento, probablemente me matarán por decir eso, pero mi madre me enseñó que no debía ir a un hotel con un extraño, y que si alguien me recibe con una bata de baño en una reunión de trabajo, debe ser otra cosa. Hay cosas que son de sentido común".
Pamela is adamant that Julian Assange needs saving, and that Australia should do more. In a message to Scott Morrison, she asks him to get Assange his passport back and be proud of him. "Throw him a parade when he gets home," @PamFoundation tells reporter @LiamBartlett9 #60Mins pic.twitter.com/v9HWPRSgMo
— 60 Minutes Australia (@60Mins) 4 de noviembre de 2018