La presentadora Ana Rosa Quintana (62) ha confesado, con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, que ella lo ha sufrido: "Hace 8 años tuve un tumor de mama. Me lo diagnosticaron en julio de 2010, cuando empezaba mis vacaciones. Me operaron el 2 de agosto y gracias a Dios era de grado 1, prácticamente nada porque no necesité quimioterapia", ha explicado la presentadora.

Viajamos al pasado ocho años para recuperar aquellos momentos de Ana Rosa, la mejor prueba de que su testimonio refleja con brutal claridad, cómo vivió la terrible noticia, cómo su marido estuvo encima de ella, tal vez más cariñoso que nunca, cómo sonreía tímidamente ante la esperanza de un diagnóstico positivo y, sobre todo, cómo recuperó la alegría en su rostro cuando supo que la pesadilla había terminado. 

Finales de Julio de 2010. En esta fotografía, Ana pasea con su marido por Menorca. Sabe que en pocos días la intervendrán. La preocupación tanto de la periodista como de Juan Muñoz es patente en sus rostros.

Ana Rosa celebra su santo en una playa en Menorca junto a su marido y sus hijos. Es 26 de julio de 2010. En un momento dado, Juan Muñoz y los mellizos, que cuentan seis años, se divierten en la orilla. La periodista les observa a lo lejos, sentada en la arena y a pesar de la inminente operación a la que va a someterse para extirpar el cáncer de mama, tiene un momento de paz y alegría que se refleja claramente en su mirada.

Agosto de 2010. Sotogrande. Juan Muñoz está pendiente en todo momento de su esposa, que ha salido estupendamente de la operación, como ella ha desvelado ocho años después. Estamos al final de la vacaciones que el matrimonio pasa en su apartamento de la localidad gaditana. Apenas ha pasado un mes de la operación. Cuando dos personas se quieren, el amor crece a borbotones en los momentos duros y estos gestos demuestran que Ana y Juan, además de amarse, se apoyan en la vida. Estas dos imágenes son solo una pequeña muestra. 

Todo ha salido bien. Ha pasado poco más de una semana desde que le dan el alta. La enfermedad apenas había enseñado los dientes y por suerte una revisión rutinaria ha detectado el problema, que ha sido eliminado de inmediato. La alegría de vivir inunda a Ana Rosa y su marido, que posan ante los reporteros gráficos sin necesidad de forzar las sonrisas.

"No lo conté porque mis hijos tenían seis años y mi madre aún vivía y no quería preocuparles. Me prometí que no lo contaría hasta que ella me faltara". La periodista ha confesado que fue una etapa muy dura: "Lo pasé muy mal y mi marido también, porque mis hijos eran muy pequeños, pero el pronóstico era muy bueno y no me cogí ni un día de baja: venía al programa y después me iba a darme radioterapia".

"Ya estoy dada de alta"

Ha desvelado que ya se encuentra bien y que ha superado el tratamiento: "Han pasado ocho años, me hago mis revisiones cada seis meses o un año, ya estoy dada de alta pero sigo haciéndolas porque quiero". Además, ha añadido que lo descubrió gracias a una revisión rutinaria: "No hubiera detectado el tumor, era pequeño, fue durante una mamografía, una revisión rutinaria. Por eso quiero incidir en la importancia de hacérselas, es muy importante".

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